Niñero por accidente

Esta historia fue publicada en mi cuenta de Wattpad en noviembre del 2016. La versión que estas a punto de leer tiene correcciones gramaticales y de estilo para tener una lectura más fluida, también reescribí algunos diálogos y mejoré las acotaciones. Los capítulos se reacomodaron para tener menos capítulos, pero más largos. Además, cuenta con un capítulo inédito como final adicional que solo estará disponible aquí.
N. del A.

Índice


Matías y yo somos primos lejanos, en realidad no tenemos un parentesco directo, ni siquiera compartimos sangre o apellidos. Nuestras abuelas eran primas, así que mi padre y su madre son primos en segundo grado, y nosotros vendríamos a ser primos en tercer grado, pero algo bastante diluido ya que nuestras abuelas ni siquiera eran primas hermanas.

Bueno la historia comenzó cuando Matías tenía unos 10 años y yo 17, coincidimos en el funeral de mi abuela, él nunca la había conocido así que le daba igual, yo si la conocí, pero tampoco era muy cercano a ella, además que ya llevaba hospitalizada casi un año previo a su muerte, así que para mí ella ya había fallecido desde mucho antes y por eso no me encontraba mal.

Ese día había varios primos, algunos nos conocíamos bien, otros no, por alguna razón Matías se me acerco y comenzamos a hablar, nunca nos habíamos visto pero aun así congeniamos bastante bien pese a la diferencia de edades, después de ese día seguimos hablando de manera constante por un videojuego que jugábamos los dos, jugábamos juntos por lo menos unas cuatro o cinco veces por semana.

En los siguientes tres años Matías y yo nos vimos en unas cinco ocasiones ya que vivíamos en estados diferentes, nunca pasamos más de dos días seguidos juntos, pero como hablábamos mucho por chat de voz en discord, éramos buenos amigos y nos conocíamos bastante bien. Hoy en día, Matías tiene 13 años, va en segundo grado de secundaria, yo tengo 21 y estudio la universidad. Matías y yo ya no jugamos ni hablamos de manera tan constante pero siempre nos damos señales de vida una vez a la semana por lo menos.

Todo comenzó un día de vacaciones, yo estaba desayunando en mi departamento (vivo en un pequeño departamento cerca de la universidad) cuando recibí una llamada de Matías, no solíamos comunicarnos por llamada telefónica, regularmente lo hacíamos por whatsapp así que me pareció genial y a la vez raro, contesté de manera natural

-Que tal Mati ¿Cómo estás?
-Muy bien gracias y ¿A ti como te va?
-Pues algo aburrido por las vacaciones y eso que no llevamos mucho
-Hablando de eso, mis padres saldrán de vacaciones por diez días y quieren saber si puedes venir a hacerme compañía.
-A cuidarte? – le dije en tono de burla
-Algo así
-Y también tengo que cuidar a tu hermanita? -Matías tenía una hermana como de cuatro o cinco años.
-No, ella se queda en casa de una tía con sus dos hijas que tienen su misma edad, se supone que yo también tendría que quedarme allá, pero creo que no lo soportaría
-Si te entiendo… bueno pues yo no tengo planes así que estoy disponible
-Perfecto le diré a mi mamá y ella te habla en la noche -respondió con alegría
-Genial, espero su llamada entonces
-Vale, muchas gracias

Colgué el teléfono y recibí un mensaje de mi novia, nos veríamos esa tarde en mi casa para un maratón de series, nos encantan las series. Llevamos siendo novios casi un año, ella es una chica inteligente y sencilla y yo, bueno yo soy yo.
Llego a mi casa y nos dispusimos a preparar palomitas, le comenté lo que Matías me dijo en la mañana, ella no lo conocía en persona, pero yo le había hablado de él.
-¿Entonces te iras de niñero una semana? -preguntó en tono de burla.
-Jajá, son diez días ,y no voy de niñero Mati ya no es un niño.
-Tiene 13 años, es un niño aun.
-Pues hace tiempo que no nos vemos y me encantaría pasar unos días con él, y a él también debe hacerle mucha ilusión.

-Pásenlo bien, yo voy a tener que sufrir todas las vacaciones trabajando en el negocio de mi madre.
-No te hagas la mártir, tu trabajo es pasar el día en Instagram publicando fotos tontas.
-Ok pero para mí es sufrimiento, quería pasar las vacaciones viendo series y leyendo libros.
-Te entiendo, pero bueno, no pensemos en eso y pon la serie.

Pasamos la tarde y en la noche la acompañe a su casa, recibí una llamada de los padres de Matías, con algo de inseguridad en su voz me dijeron que Matías les comento que yo podía estar con él en su casa durante sus vacaciones y querían saber qué opinaba yo, si no era una carga para mí, le dije que encantado pasaría unos días con su hijo. Ellos me aprecian ya que en sus palabras soy un buen chico, pues no tomo ni me drogo, estudio la universidad y me pago mis gastos. Además, piensan que soy un buen ejemplo a seguir ahora que Mata entra en la etapa de la “rebeldía” y los cambios, aunque para mi él siempre ha sido un chico dulce y un poco infantil.
Quedamos de acuerdo, incluso se ofrecieron a pagarme, yo me negué, aunque la verdad algo de dinero extra no me vendría mal, no me dejaron negarme a pagarme el autobús de ida y vuelta y me dijeron que me dejarían dinero para los gastos de los días que me quedaría en su casa y además que podría usar su auto.

Capítulo 1

Hoy era el día, mi novia me acompaño a la terminal de autobuses, solo llevaba una maleta con mi ropa y mi laptop, nos despedimos y emprendí el viaje, tres horas después llegue a la terminal, Matías y sus padre me recogieron y nos dirigimos a su casa, me explicaron un par de cosas en el auto y de la casa, llegamos a su casa, me dieron las llaves, se despidieron de sus hijos durante un buen rato, un taxi paso por ellos y me quedé solo con Matías y su hermanita de esperando a su tía que iba a recogerla.
Entramos a su casa, era una casa linda, no muy grande pero tampoco pequeña, tenían cuatro recamaras, yo iba a dormir en la de huéspedes, nos quedamos en la sala viendo televisión hasta que oímos un auto que se estacionaba en la entrada.

-Hola mucho gusto, soy la tía de Matías y Sarah, tú debes ser Nico
-El mismo, un gusto
-Vengo a llevar a sarita a casa de sus primas
-Claro, conteste
-Matías por favor echa las cosas de tu hermana a la cajuela de mi auto-Claro tía, Nico ayúdame porfa

Recogimos una maleta y una pequeña mochila rosa, la llevamos a la cajuela mientras su tía ponía a Sara en un asiento para niños que estaba instalado en su auto, nos despedimos y Matías y yo quedamos solos en su casa.
Ya eran las 4pm y teníamos que comer, sus padres me habían dejado suficiente dinero para comer fuera durante diez días y comprar cosas que nos hicieran falta.

-¿Qué quieres comer? -Pregunte a Matías
-No lo sé, se me antoja una hamburguesa
-Perfecto, dime en donde y vamos

Nos subimos al auto y conduje hasta un restaurante de comida rápida, no soy muy fanático de la comida rápida pero de vez en cuando sí que como chatarra. Terminamos de comer y debíamos pasar a comprar algunas cosas que me había mandado su madre, no teníamos muchas ganas de ir así que lo dejaríamos para el día siguiente.
Fuimos de regreso a su casa y nos dispusimos a ver alguna película en netflix, en lo que yo desempacaba mis cosas él puso la película de “Cómo entrenar a tu dragón”, se me hizo algo infantil pero honestamente es una buena película.
Cuando termine de desempacar me dirigí a la sala en donde él estaba viendo la película y me lo encontré acurrucado chupándose el pulgar, él no me había visto así que le hable:

-¿Qué tal la película?
-Bien, es mi favorita la podría ver todos los días. – respondió quitándose el dedo de la boca sin mucha prisa.
-Es muy buena película -Le respondí
-¿Quieres cenar?, yo ya tengo hambre -me dijo mientras se levantaba del sillón
-Ok vamos

Nos dirigimos a la cocina y el sacó la harina para preparar hotcakes, preparamos la masa y se dispuso a cocinarlos.
-¿Quieres que te ayude? -Le pregunte
-No gracias, es fácil lo hago todo el tiempo.
-Está bien, ten cuidado con el fuego -fue lo único que se me ocurrió decirle.
Termino de prepararlos en lo que yo limpiaba todo.
-¿Quieres leche? -Me preguntó mientras abría el refrigerador
-No gracias, no me gusta mucho beber leche, prefiero el té, ¿Tienes?
-Si está en la puerta de la derecha -me dijo señalando la alacena.

Abrí la puerta y solo encontré vasos, tazas y vasitos entrenadores de dibujos infantiles como Toy Story, Cars, Mickey Mouse, Whinnie the Pooh y otros, que supuse eran de su hermanita, tomé una taza y abrí la puerta siguiente en donde en efecto estaba el té.
Matías sacó la leche del refrigerador y empezó a buscar el chocolate, cuando abrió la alacena de las tazas sonó mi teléfono, era mi novia, le respondí en lo que llevaba mi plato y mi taza de té a la sala para comer mientras veíamos la película.
Hablamos un par de minutos, cuando colgué el teléfono Matías ya ponía su plato en la mesita de centro y traía consigo una tacita entrenadora de Toy Story con leche chocolatada.

-¿Esa taza no es de tu hermanita? -Le pregunté con sorpresa
-No, es mía -Resspondió un poco sonrojado -Me gustan estas tazas porque es más fácil tomar de ellas, mi mamá me la compro junto con otras más, a mis padres no les gusta que las use pero a mí sí.
-Bueno no hay problema -Le contesté sin darle más importancia.
Terminamos de cenar y de ver la película, él lucía soñoliento y bostezaba.
-Ya tienes sueño? -Le pregunté
-No mucho -Dijo en medio de otro bostezo.
-Pero si te estas cayendo de sueño, ya vete a bañar y luego vas a dormir.

Su madre me había encargado que se bañara todas las noches. Se metió a su cuarto por su ropa y después al baño, escuche como se llenaba la tina, unos 20 minutos más tarde salió envuelto en una toalla de Mickey mouse y fue de regreso a su cuarto. Como a mí me gusta bañarme en las mañanas me quité la ropa, me puse un short y una camiseta. No sabía si ir a verlo a su recamara o quedarme en la mía y verlo hasta la mañana siguiente.

Todo esto era muy extraño, pensaba que lo conocía, pero en realidad solo éramos amigos por internet, lo había visto solo un par de veces en los más de tres años que teníamos de “conocernos”, para mí no era un niño ya que tenía casi 14 años, pero tenía unos gustos un tanto infantiles, tal vez como decía mi novia aún era un niño, aunque tener esa edad y aún chuparse el dedo y tomar leche en tacita de bebé no es algo normal, pero por alguna razón me daba cierta ternura.
En ese momento Matías golpeó en la puerta de mi recamara que estaba entre abierta.
-Pasa -Le dije.
Entro con un pijama azul oscuro con dibujos de dinosaurios bastante infantiles, se veía algo desgastada, algo que me pareció extraño ya que el resto de su ropa lucia bastante nueva, además que por la casa y los muebles no se veía que sus padres tuviesen problemas de dinero.

-Ya me voy a dormir, que tengas buena noche -Me dijo con mucho sueño en su rostro
-Igual tú, descansa.
Salió de la habitación, me puse a leer un libro y me quedé dormido después de unos minutos.

Capítulo 2

Me desperté a las 7 de la mañana, normalmente salgo a correr, pero al ser un lugar nuevo no sabía en donde habría un parque cerca para hacerlo, me puse a leer noticias en mi Tablet tome mi ropa y mi toalla y me metí a bañar.

El baño tenía una tina con regadera, en mi departamento y en la casa de mis padres donde crecí solo teníamos regadera, me había bañado en tina solo un par de veces en algún hotel al que había ido pero nada más, tampoco soy muy fan de las duchas largas así que abrí la regadera.

Había varios jabones y champús, había uno de princesas y otro marca huggies que supuse que eran de su hermana, uno normal y varios más que seguramente eran de la madre.

Después de bañarme me vestí y salí a la sala por algo de desayunar, Matías ya estaba en el sillón viendo la televisión, veía un programa del universo en National Geographic, la primera cosa no infantil que hacía en lo poco que llevábamos juntos, aunque con su pijama de dinosaurios y su pulgar en la boca no podía defenderlo mucho.

-buen día -Le dije antes de que se diera cuenta de mi presencia.
-Hola, ¿Qué vamos a hacer hoy? -Me respondió antes mientras se quitaba el pulgar de la boca como si fuese algo muy normal.
-No lo sé, hay que ir al supermercado comprar unas cosas que nos anotó tu mamá en una lista.
-Vale, también necesito comprar unas ruedas nuevas para mi tabla de skate, mi mamá me dejo dinero para comprarlas antes de irse, la tienda de skate está muy cerca del centro comercial podemos pasar de regreso y después ir al parque a patinar un rato.
-Me parece bien.
No sabía que le gustara el skate, era la segunda cosa correspondiente a su edad que lo veía hacer.
Desayunamos, él tomaba leche en otra tacita infantil, de esas que tienen dos agarraderas a los lados y una tapadera con una especie de pico con agujeros para que salga el líquido, esta vez con diseños de Cars. Parecía un pequeño niño de 5 años con su tacita y su pijama de dinosaurios.
-Cámbiate de ropa para irnos, ¿o quieres que todo el mundo te vea con esa pijama de bebé? -Le dije en tono de broma.
-Sí, jaja -Me contesto en el mismo tono, mientras se dirigía a su cuarto a cambiarse.
Unos minutos después salió con una playera azul marino con rayas negras, calcetas cortas rayadas, unos vans azul celeste y un short con varios bolsillos en los costados. Tenía el aspecto del típico adolescente skater.
Salimos y nos metimos al auto, de camino nos la pasamos hablando de cosas sin sentido, de repente sonó mi teléfono y vi que era mi novia, conteste y brevemente le dije que no podía hablar porque estaba manejando y que al rato le llamaba, colgué el teléfono y seguí manejando.

-¿Cómo se llama tu novia? -Me pregunto con curiosidad.
-Miriam -Respondí.
-¿Y es linda?
-Claro que sí, míralo tú mismo -Tomé mi teléfono y le mostré su foto de perfil de whatsapp.
-Oh si es linda.
-¿Y tú tienes novia? -Le pregunté para seguir la conversación.
-No, la verdad no me interesa mucho tener novia ahorita, algunos de mis amigos si tienen pero a mí no me llama la atención tener novia, creo que aun soy pequeño.
-Tan pequeño como para usar vasos y pijamas de bebé -Le respondí en tono de burla.
-Jajá sí, me gusta usar cosas de bebé, a mi mamá no le encanta la idea pero me deja hacerlo, aunque la verdad me gustaría usar otras cosas además del pijama y los vasitos.
-¿Qué otras cosas? -Le pregunte con curiosidad, en ese momento pasamos junto a la tienda de skate e interrumpió mi pregunta.
-¡Mira! Allí está la tienda de regreso podemos pasar.
-Claro -Asentí sin ponerle más atención a mi pregunta anterior.

Llegamos al centro comercial y tomamos un carrito ya que eran varias cosas las que había que comprar entre comida y artículos para la limpieza. Tomamos todo lo de la lista y unas cosas extra ya que sus padres me habían dejado dinero de sobra. Llegamos a las cajas y había una fila grande, Matías me dijo que se había olvidado de agarrar algo y que lo esperara que volvía rápido, como había bastante gente en la fila le dije que fuera.
Unos minutos después llegó con una caja roja con diseños de Mickey mouse, que contenía 2 tacitas de bebes con diseños de Disney, un biberón con la imagen de Mickey todos con una tapadera tenia las típicas orejas del personaje y un chupete con el rostro del simpático ratón.
Antes de que pudiera decirle algo me comento un poco nervioso:
-Solo quiero las tacitas, es que están geniales y el paquete es más barato que comprarlas una por una.
Como era el dinero de sus padres no dije nada, ya era nuestro turno de paga, colocamos las cosas en la banda transportadora y 10 minutos después ya estábamos en el auto de regreso.
De regreso del supermercado pasamos a la tienda de skate, era una tienda genial con un montón de tablas de skate, longbards, patines, accesorios y ropa del estilo, incluso vendían cámaras deportivas y tablas de snowboard.
Matías se dirigió al mostrador en lo que yo veía las tablas, me recordaban la época de la escuela en la que varios chicos patinaban en ellas, a mí nunca me llamaron la atención aunque siempre me parecieron geniales.
Mata termino de pagar lo que había comprado, y salió con una bolsa, nos dirigimos al auto y emprendimos el camino de regreso.
-Mira la playera que me compre -Me dijo abriendo la bolsa y sacándola, tenía un enorme logo de una conocida marca de skateboarding.
-Es genial -Le replique.
-¿Después de comer podemos ir al parque a patinar? -Me pregunto en tono suplicante
-Claro, ¿Qué tan lejos queda?
-Como a 10 o 15 minutos de la casa
-Perfecto
-Genial, mi mamá no me deja ir solo y son muy pocas las veces que puede acompañarme, por eso siempre tengo que patinar en el estacionamiento de la casa.
-Ok y puedo aprovechar para ver si hay un espacio para correr.
-¿Te gusta correr?
-Sí, suelo correr todas las mañanas, hoy no lo hice porque no sabía de un buen lugar para hacerlo.
-Pues en el parque hay un buen lugar, cuando voy siempre hay personas corriendo.
-Perfecto pues después de comer vamos.

Matías lucia muy feliz, cuando llegamos sacamos las cosas del auto y las acomodamos en la casa. Después de comer Matías me pregunto si ya nos íbamos, le dije que sí. En 3 minutos ya tenía su tabla en los pies y su casco en la mano, yo tome mi tablet para leer un poco.

-Sabes montar en patineta? -Me preguntó
-Hace mucho que no lo intento, solo me subí un par de veces cuando era niño.
-Es muy fácil, si quieres te presto una para que nos vayamos patinando.
-Ok -Le respondí sin estar muy seguro de lo que iba a hacer.

Fue a su cuarto y bajo con una pequeña tabla color celeste, una penny board es como una patineta con ruedas anchas y una tabla muy pequeña, se usa para desplazarse en la ciudad, muchos chicos de mi universidad las llevan para desplazarse por los pasillos.
Salimos patinando, yo con mi mochila en donde estaba mi Tablet y mis audífonos y él con su casco en la mano.
Llegamos al cabo de unos minutos, era un parque grande con muchos jardines, chanchas de baloncesto y futbol, una pista para correr y un skate park bastante genial.
Nos cercamos al skate park en el que había varios chicos haciendo trucos con sus, me senté en el pasto, saque mi Tablet y me puse a leer en lo que Matías patinaba encantado de la vida.
El no era el mejor de los chicos que patinaba, de hecho se caía muchas veces, pero sin quejarse, se sacudía y se volvía a montar en su tabla.
Después de algunas horas ya empezaba a oscurecer, salió del skatepark y me dijo que ya estaba cansado y que regresáramos a casa. Guarde mis cosas, nos montamos en las tablas y regresamos a casa.
Patinando de regreso hablamos de cosas absurdas, de lo bien que lo estábamos pasando y otras cosas sin mucho sentido. Le dije que la mañana siguiente saldría a correr y que podía venir si quería, acepto encantado, quedamos en salir a las 7am.
Llegamos a la casa y lo mande a bañar porque estaba lleno de tierra, fue a su recamara por su toalla de Mickey mouse y su ropa, esta vez no llevaba la pijama de dinosaurios si no una pijama de cuadros normal, me llamo la atención que llevaba en la mano junto a su pijama unos calzones blancos con muchos dibujos de dinosaurios de colores, eran bastante infantiles, casi parecían pañales por tantos dibujos. Se metió al baño y escuche el sonido de la tina terminándose de llenar.

En lo que se bañaba prepare la cena. Minutos después escuché que Matías venia bajando las escaleras y en la mano llevaba la caja con las tacitas que habíamos comprado en la mañana.
-Ya se me acabo el champú, mañana tendremos que ir a comprar más. -Me dijo sin reparar en lo que llevaba en las manos.
-Pero yo ayer lo use y aun sobraba bastante, ¿qué hiciste con él? -Pregunté con intriga
-No, ya sobraba muy poco desde hace unos días, ¿Usaste mi champú?. -Me pregunto incrédulo.
-Pues use el del bote blanco.
-No, ese es de mi papá, el mío es el bote violeta con una imagen de Whinnie pooh.

Pensé que se trataba de una broma pero su rostro decía que hablaba muy enserio.

-Creí que ese era de tu hermanita.
-No, el de ella es el de princesas, el mío es el de Winnie the Pooh, me gusta como huele y además es relajante.
-Está bien, mañana iremos a comprarte más champú de bebé.

Me sonrió y se dirigió a la cocina aun con la cajita en la mano. En lo que me preparaba una taza de té, el abrió la caja sacó las dos tazas, coloco una en la alacena y la otra en la barra, sacó también el biberón y el chupón, tiro la caja a la basura y dejo los dos últimos objetos a un lado.
Quitó la tapa a la tacita y la lavó, la lleno de leche y la metió al microondas, después de unos segundos la saco, le puso dos cucharadas de chocolate en polvo, le puso la tapa y la agito muy fuerte, después fue con su plato al sillón en donde cenamos viendo un capítulo de la serie Gravity Falls.
Terminamos de cenar y como él estaba muy cansado se fue a dormir, dejo su plato y su tacita en la cocina, se fue a su habitación y me dijo que mañana temprano me acompañaría a correr.
Yo me quedé viendo una película ya que no era tan tarde, recogí mi plato y lo fui a dejar a la cocina, me di cuenta que el biberón y el chupete que había dejado Mati en la barra ya no estaban, no le di mucha importancia y en ese momento recibí una llamada de mi novia.

-Hola, ¿Cómo te va en tu segundo día de niñero?
-Jaja, bastante bien, hoy fuimos a patinar al parque, bueno el patinaba yo no
-Wow después de todo tenías razón, ya no es un niño.
-Pues te diré.
-¿Por qué? -Pregunto con una risa
-Le gusta tomar en las tacitas para bebes, que tienen dibujos y un pico por donde sale el líquido, como los que usan tus hermanitos.
Escuche una contagiosa risa al otro lado de la bocina.
-Me estas bromeando ¿Cierto?
-No, es verdad, incluso tiene un pijama de dinosaurios bastante infantil y usa ropa interior con muchos dibujos -Le dije riendo
-Jaja, pues entonces ni siquiera es un niño, es un bebé.
-No lo creo, se viste como todo un adolescente y además sabe montar patineta.
-No lo sé, pero seguramente se ve súper tierno en su pijama de dinosaurios tomando leche de su biberón.
-Jaja, no es un biberón.
En ese momento recordé el biberón de Mickey mouse que había comprado esa mañana.
-Bueno te dejo, que tengo que bañar a mis traviesos hermanos, yo también estoy de niñera.
-Por lo menos el mío se baña solo.
-Qué suerte tienes -Me dijo con resignación.
-Nos hablamos mañana, cuídate, Miriam.
-Cuídate Nico.

Colgué el teléfono y terminé de ver la película, después me fui a la habitación de huéspedes y me dispuse a dormir.

Capítulo 3

A la mañana siguiente me levante y como todos los días, me puse mis tenis y mi ropa para correr, Matías y yo habíamos acordado salir a las 7:00 am, eran las 6:50, fui al baño y al salir pase por enfrente de la habitación de Matías, la puerta estaba entre abierta y se escuchaba movimiento.
En los dos días que llevaba ahí no había entrado a su recamara, abrió la puerta y me saludo.

-Ya estoy listo, solo voy a hacer pipí y nos vamos -Dijo mientras salía a toda velocidad directo al baño
-Ok te espero

Entre a su habitación, era una habitación como la de cualquier chico de 13 años, alguna ropa amontonada en un rincón, un pequeño escritorio con una laptop y una silla, la cama tenía unas sábanas verdes y una colcha azul completamente lisa pero saltaba a la vista una pequeña cobija de Winnie Pooh, también había algunos muñecos de peluche en la cama y en el suelo, vi que el chupete de Mickey mouse estaba en la mesita de aun lado de la cama con señales de haber sido usado, y el biberón estaba junto a él pero completamente limpio y nuevo, ese no había sido estrenado aun.
Matías salió del baño y nos dirigimos a la puerta, antes de salir tomamos un poco de agua, fuimos caminando hasta el parque y ahí corrimos 8 kilómetros en 45 minutos, aunque yo estaba acostumbrado a correr, estaba sin aliento y el me seguía el paso muy de cerca y no se le veía cansado, al terminar regresamos caminando a la casa.
Preparamos el desayuno, el como de costumbre tomo una de sus tacitas de bebé y se sirvió jugo. al terminar me dispuse a bañarme.

-Voy a bañarme, después te bañas tú porque salimos a correr y sudamos mucho.
-Pero no tengo mi champú.

-Ni modo, tendrás que usar shampoo de adultos, al rato vamos a comprarlo.
-Ok, ¿podemos ir también a los bolos?
-Me gusta la idea después de ir a comprar el shampoo pasamos al boliche y a comer.
-¡Genial!

Se fue al a ver la televisión con una sonrisa en el rostro. Yo fui a mi habitación por mi ropa y después me di un baño. Al salir me termine de vestir en mi habitación y me puse un suéter ya que el día estaba frio y nublado, baje y estaba Matías acostado en el sillón con el pulgar en su boca viendo un documental de ciencia en la televisión. Me senté al lado de él porque el programa se veía interesante, me volteo a ver y me sonrió sin sacar el dedo de su boca.
Termino el programa que estábamos viendo y se levantó a tomar en control y apagar la televisión.

-Ve a bañarte y después vamos a comprar tu champú de bebé -Le dije con tono de burla
-¡Si vamos! Y después al boliche ¿Verdad? -Me respondió sacándose el dedo de la boca.

Matías subió corriendo y escuché el sonido de la bañera. Después de un rato bajo completamente vestido, pero sin zapatos, fue a la cocina y se sirvió un vaso de agua, esta vez en un vaso común.

-¿Ya nos vamos? -Pregunto al mismo tiempo que intentaba beber el agua, provocando que se derramara un poco.
-Solo voy por mi teléfono que dejé en mi habitación y nos vamos.
-¿Puedes bajarme un suéter y unas calcetas de mi habitación? -Me dijo mientras intentaba limpiar el lio que había hecho con el agua
-Claro, ¿En dónde están?
-Mi suéter está colgado en mi armario, es uno azul con rayas amarillas, y las calcetas las encuentras en mi cajonera en el segundo cajón.
-Muy bien, ya bajo -respondí mientras subía las escaleras

Entre a mi habitación y tomé mi teléfono que estaba encima de mi cama, después fui al cuarto de Matías y me dirigí a sus cajones a buscar las calcetas, abrí el segundo cajón y encontré las calcetas junto con un montón de calzones con diseños bastante infantiles, había de Disney, de dinosaurios, de autos, de animales y de un montón de dibujos más, también las calcetas tenían estampados de personajes de caricaturas o de animales. Parecía la ropa de los hermanitos de 4 años de edad de mi novia. En cambio la ropa que estaba en su armario era la ropa común de un adolescente, jeans y shorts, playeras, chamarras y sudaderas con diseños y marcas de skateboard, también sus zapatos y tenis eran normales a excepción de un par de tenis con velcros en vez de agujetas y unas luces que prenden cuando pisas.
Tomé la ropa que me encargo y baje a dársela, se puso las calcetas, los tenis y la sudadera y salimos al auto.
Llegamos al supermercado y nos dirigimos al área de bebés a buscar el champú. Vi uno con la imagen de winnie pooh y lo tomé.

-Ese no es -Dijo Matías mientras seguía viendo las estanterías. -El mío dice relajante y eso no, además ese bote es azul y el mío es violeta, mira aquí esta -Tomo un bote de champú y una señorita con un uniforme con la marca del shampoo se nos acercó.
-Ese champú está en promoción, al comprarlo te regala una loción relajante para el bebé -Nos dijo la muchacha mientras nos daba el bote de loción.
-Muchas gracias -Le respondí mientras tomaba el bote.

La chica se fue y yo le iba a dar la loción a Matías pero ya lo había perdido de vista. Fui al pasillo de al lado a buscarlo y ahí estaba el viendo los paquetes de pañales.

-¿Nos vamos ya al boliche? -Le pregunté, pero el pareció no oírme -Nos vamos ya o vas a comprar algo más -Volví a preguntar.
-No, si, ya vámonos -Dijo algo distraído con los productos de la estantería.
-Toma tu loción bebé -Le dije dándole el bote que me habían dado.
Se sonrojo bastante. Caminamos hacia las cajas para pagar. Después fuimos al auto y él me fue guiando hasta llegar al boliche.
Era un lugar bastante grande y con un montón de cosas, estaban las líneas de boliche, mesas de pool, hockey de mesa, máquinas de arcade y un bar.
Llegamos y pedimos una línea y 2 pares de zapatos. Nos dieron las cosas y nos dirigimos a nuestro lugar, el lugar estaba lleno pero las líneas que estaban al lado de nosotros estaban desocupadas. Nos sentamos y me quite los tenis para ponerme los zapatos de boliche. El hizo lo mismo pero los zapatos no le quedaron.

-Me quedan grandes estos zapatos voy a pedir una talla más chica

Se levantó con los zapatos en la mano y los pies descalzos únicamente con sus calcetas de winnie pooh, se veía raro un chico de su edad con ropa normal y calcetas infantiles, no pude evitar una pequeña risa cuando lo vi caminar hacia el mostrador. Llegó con otro par de zapatos en la mano y con la carta del bar para que pidiéramos algo de comer. Puso los zapatos en el suelo y la carta sobre la mesa.

-Aquí está la carta para que pidamos lo que vamos a comer -Me dijo mientras me entregaba la carta
-Perfecto déjame ver que hay.
-Yo ya la vi, quiero unas banderillas, ¿puedo pedir una cerveza? -Preguntó sin mirarme a los ojos mientras se ponía sus zapatos sobre las calcetas de winnie pooh.
-¿Te gusta la cerveza? -Le pregunte algo extrañado.
-Si, a veces tomo un poco de mi padre cuando pide en algún restaurante.
-Pues yo no tomo, pero de vez en cuando una cerveza es buena
-¿Entonces si puedo? -Preguntó con emoción
-Está bien.

Matías me causaba una gran intriga, su personalidad era demasiado contrastante. Por un lado le gustaba usar pijamas y tacitas de bebés y por el otro le gustaba patinar, vestirse con estilo y tomar cerveza. Era algo excéntrico pero tierno a la vez. Afuera era como un adolescente con ganas de ser adulto, pero en casa era un tierno niño de 4 años.
Pedimos la comida con dos cervezas y un refresco para que no sospecharan que una era para él.
Nos la pasamos varias horas jugando boliche, billar, hockey de mesa y conversando sobre temas aleatorios, no éramos especial mente buenos en ninguno de los juegos, pero nos divertimos bastante, cuando ya estaba anocheciendo y ya estábamos un poco cansados decidimos que era tiempo de irnos. Pagamos la cuenta y nos dirigimos al auto. Como habíamos comido demasiado y ya había pasado bastante tiempo, no teníamos efectos de la cerveza.
Llegamos a casa y él se subió a bañar ya que en el boliche se había tirado salsa bbq de las alitas encima., cuando estaba terminando le pregunte si quería cenar, yo no tenía hambre pues habíamos comido mucho en el boliche, él también estaba bastante lleno y me dijo que tal vez solo tomaría leche.

-Si quieres en lo que terminas de bañarte te preparo la leche -Le dije desde afuera del baño.
-Está bien. -Respondió.

Para bajar a la cocina pase por enfrente de su habitación que tenía la puerta abierta y vi el biberón de Mickey mouse sobre su mesita, se me ocurrió que le podía preparar la leche en el biberón y seguramente a él le encantaría. Entre a su cuarto y tome el biberón que estaba junto al chupete. Baje las escaleras y fui a la cocina. Tome la leche del refrigerador y llene el biberón hasta la marca de 8 onzas. Le puse el chocolate y tape el biberón para agitarlo, cuando se mezcló bien el chocolate lo metí unos segundos al microondas, al terminar el tiempo lo saque y como no sabía que tan caliente había quedado recordé como mi novia se echaba un poco de leche del en la parte posterior de la mano para probar la temperatura de la leche para sus hermanos cuando eran más pequeños. Lo hice y sentí que estaba bien la temperatura, en ese momento Matías iba bajando de las escaleras con una pijama azul celeste con un estampado de ovejas bastante infantil.

-Aquí está tu leche nene -Le dije extendiéndole el biberón mientras yo tomaba mi taza de té que había preparado previamente.

Me miro entre sorprendido e incrédulo pero no pudo esconder una sonrisa de emoción cuando vio un biberón con leche para él.

-Gracias -Fue lo único que atino a decir antes de irse directo al sillón a ver la televisión.

Terminé de tomar mi taza de té y fui a sentarme al sillón con él, estaba viendo un programa en History Chanel bastante interesante.
Cuando me senté él se levantó y sin quitarse el biberón de la boca se acomodó poniendo su cabeza sobre mi pierna mientras se acurrucaba junto a mí. No era la primera vez que lo hacía, en las pocas ocasiones que nos habíamos visto siempre me estaba abrazando y acurrucándose junto a mí, pero esta era la primera vez en estos tres días que llevaba viviendo con él.
Percibí un olor agradable cuando se acostó junto a mí, pensé que era su champú, pero los días anteriores no lo había notado.
-¿Qué es ese aroma tan rico? -Pregunté
-Es la loción que me regalaron con el champú
-De verdad te pusiste esa loción de bebé
-Si -Me respondió con una risa traviesa.

Con su pijama de ovejas, el aroma de la loción y su biberón en la boca lucia como todo un pequeño bebé, me dio mucha ternura y puse mi mano sobre su cabeza acariciándole el cabello. Después de un rato vi que ya se había acabado la leche, pero seguía con el biberón en la boca. También se notaba que tenía un poco de frio.

-Quieres una cobija
-Si
-Te la traigo entonces
-Hay una sobre mi cama
-Ok voy por ella, me llevo esto -Dije mientras me levantaba del sillos y le quitaba el biberón de la boca.
Fui a dejar mi taza y su mamila a la cocina y cuando subía las escaleras vi que ya estaba chupándose el pulgar. Entre a su habitación y tomé la cobija de Winnie pooh de sobre su cama, ya me iba pero vi el chupete y lo tomé.
Baje las escaleras y el seguía acurrucado en el sillón con su dedo en la boca haciendo ruiditos. Me senté en donde estaba y el alzó su cabeza para acomodarse sobre mí, le eche la cobija encima y le puse el chupete enfrente de la cara, lo vio, y sin decir nada se quitó el dedo de la boca y busco el chupete con los labios, se lo acerque y el cerro la boca con el chupete dentro, se veía tan tierno que no pude ocultar una sonrisa y acariciarle la cabeza con ternura.
Después de un rato el programa termino, estaba muy interesante y después de los comerciales comenzaría la segunda parte.

-Por fin comerciales -Dijo Matías mientras se sacaba el chupete de la boca y se levantaba
-¿Qué? ¿Te aburrió el programa?
-Al contrario esta tan interesante que no me quise levantar aunque tengo muchas ganas de hacer pipi
-Pues si usaras pañales no tendrías que levantarte al baño para hacer pipi -Le dije en tono de broma, él se sonrojo mucho y se fue al baño.

Me puse a pensar en que hace apenas un par de horas Matías estaba jugando billar y tomando cerveza como todo un adulto, y en este momento tomaba leche de su biberón y se acurrucaba con una cobija de winnie pooh y un chupete en la boca oliendo a loción de bebé. Regresó del baño y se volvió a acomodar en su lugar.

-Oye lo que dijiste hace rato… -Hablo sin mirarme y con el chupete en la mano
-Qué cosa?
-Lo de… lo de usar pañal
-Ahh, si era broma no te ofendas
-No es eso, es que si me gustaría usar, cuando mi hermana era más pequeña a veces me ponía uno de sus pañales, pero ahora que ya no usa ya no me los puedo poner más.

-De verdad te ponías sus pañales? -Le pregunte sorprendido pero con una sonrisa de ternura
-Si -Me respondió sonrojado
-Pues si quieres mañana podemos ir a comprarte unos pañales para que te veas completamente como un bebito.

Con una sonrisa en la boca volvió a colocarse el chupete en la boca. No volvimos a hablar hasta que termino el programa, después de eso cada uno se fue a su habitación. no sin antes darme un beso de buenas noches en la mejilla.

Capítulo 4

Me levanté a las 6:30am para salir a correr, fui a buscar a Matías a su habitación para ver si me quería acompañar. Abrí despacio su puerta y lo encontré acurrucado bajo las sábanas con su chupón en la boca y un muñeco de peluche a un lado de él. La imagen era muy tierna y no quise despertarlo, así que salí sin hacer ruido y me fui a correr.
40 minutos después regrese a la casa y Matías ya estaba levantado preparando el desayuno y con su ropa de adolescente normal, visto así parecía un chico común y corriente, nadie se imaginaria que le gusta tomar en biberón o dormir con chupete.
Me metí a bañar y me vestí. Baje a desayunar y nos pusimos a ver la televisión, otro documental, es algo que tenemos en común Mati y yo, nos encanta ver documentales. Matías tomaba jugo de manzana de su biberón y yo una taza de té.
Converse con mi novia por whatsapp por un buen rato mientras Matías veía la televisión. Esto es un fragmento de la conversación que tuvimos Miriam y yo:

Miriam: Hola señor niñero que tal su día?
Nico: Hola, pues estamos desayunando, ayer fuimos al boliche y al billar y hasta bebimos cerveza
M: el bebé toma cerveza
N: jajá, cuando estamos afuera se comporta como todo un adulto
M: jajá pero en su casa toma leche en biberón
N: así es, de hecho ayer le prepare su leche en un biberón y hasta uso su chupete mientras veíamos televisión
M: ¿me estas bromeando? Jaja
N: para nada, es verdad, traía su pijama de ovejas, su chupete y su cobija de winnie pooh, se veía muy tierno
M: que lindo!!
N: incluso se puso una loción de bebé que nos reglaron en el supermercado cuando compramos su shampoo
M: que bebé tan mono! Quisiera verlo, solamente falta que también use pañales
N: pues ahora que lo mencionas, hoy vamos a comprar pañales
M: no me lo creo
N: es enserio, ayer de broma le dije lo mismo, que solo le hacían falta los pañales y él me dijo que le gustaría ponerse pañales de nuevo.
M: que lindura, y sabes cambiar pañales?
N: nunca lo he hecho, pero te veía a ti cuando se los cambiabas a tus hermanos
M: pues no es muy complicado con un bebé, pero con un niño de su edad…
N: pues supongo el que se los cambiara solo
M: lo dudo mucho, jajá
N: y si no pues lo intentare, no creo que sea muy difícil
M: y solo compraran pañales?
N: pues supongo que si
M: también debes comprar talco, toallitas húmedas y crema para las rozaduras
N: ohh no había pensado en eso muchas gracias por tu ayuda
M: jajá, no puedo creer que le vas a cambiar los pañales a un adolescente de 13 años
N: ni yo
M: pero que tierno se ha de ver
N: si es muy tierno

Después de eso seguimos hablando de cosas sin sentido por un largo rato. Terminó el programa que estábamos viendo en la televisión.

-Nos vamos ya al supermercado? -Pregunte a Matías mientras él movía su chupete con la boca.
-Claro -Respondió quitándose el chupete para responderme.

Recogimos la mesa y nos subimos al auto, después de un rato de camino llegamos al mismo supermercado de siempre y Matías agarro un carrito de compras, nos dirigimos al área de bebés y buscamos los pañales.
Matías tomo una bolsa de pañales marca pampers talla 7, la bolsa decía que tenía 40 pañales, pensé que serían muchos para solo 6 días que faltaban antes de que llegaran sus padres, pero aun así los llevamos. Matías ya se dirigía a las cajas para pagar los pañales pero yo me quede en el pasillo viendo las toallitas húmedas y los demás artículos que Miriam me dijo que necesitaría.

-Vas a comprar algo más? -Me pregunto cuando se dio cuenta que yo estaba viendo las estanterías.
-Si necesitas toallitas y talco para cambiarte los pañales.

Matías se sonrojo demasiado. Y volteó a todos lados para asegurarse que nadie me había oído. Tomé un bote de talco y un paquete de toallitas húmedas, también una crema para rozaduras y un bote de jabón para bebes. Nos dirigimos a las cajas y Matías me preguntó si podía llevar otro biberón, le dije que llevara lo que quisiera y agarro un biberón, un chupete y algunos frascos de comida para bebés.
Nos dirigimos a las cajas a pagar todas nuestras compras, guardamos las cosas en el auto y emprendimos el regreso a casa.

-Que vamos a comer? -Le pregunte mientras él ponía música en el auto.
-Podemos pedir pizza -respondió mientas abrazaba su paquete de pañales.
-Excelente idea -respondí
-La pido de una vez para no tener que esperar tanto en la casa, tengo el número en mi celular -me dijo mientras sacaba su telefono
-Perfecto

Matías pidió la pizza y seguimos el camino hablando del último documental que habíamos visto la noche anterior el cual fue muy interesante. En nuestra conversación debatíamos sobre los temas abordados de una manera objetiva, en esos momentos Matías parecía un adolescente con un criterio muy alto e inteligente, era casi imposible de creer que recién le había comprado un paquete de pañales y demás cosas de bebé.
Llegamos a casa y 3 minutos después llegó la pizza, no nos dio tiempo de sacar las cosas del auto.
Comimos y tomamos mucho refresco, él se sirvió refresco en una de sus tacitas, terminamos y recogimos todo. Matías fue al auto para sacar todas las cosas que habíamos comprado y llevarlas a su cuarto. Eran varias bolsas así que le ayude, entramos a su cuarto con todas las cosas. Acomodo la bolsa de pañales en su cama y se les quedo viendo por unos instantes.

-Te los pondrás ahora? -Le pregunté con curiosidad
-Eso creo -Respondió vacilante

Abrió la bolsa de pañales y saco uno. Lucía lo suficientemente grande para que le quedase a alguien de su talla, lo extendió en la cama y empezó a quitarse la playera, los zapatos, las calcetas de Mickey mouse y el short, quedo únicamente es sus calzoncitos de Toy Story, si de por sí ya lucia infantil con ellos ahora se iba a poner un pañal con dibujos de plaza sésamo.
Se bajó los calzoncitos y quedo completamente desnudo sentado en su cama, yo lo había visto un par de veces desnudo hace un año cuando habíamos ido a la playa de vacaciones con todos los primos. Por eso supongo que no le dio pena que yo lo viera así. Se dispuso e sentarse sobre el pañal para colocárselo, estaba teniendo algunas dificultades para ponérselo bien.

-Quieres que te ayude? -Pregunté, no me respondió, solo se sonrojo.

Yo había visto miles de veces a mi novia cuando le cambiaba los pañales a sus hermanos así que me sentí lo suficientemente seguro de poder hacerlo bien. Tomé el bote de talco y lo abrí.

-Hay que hacer esto bien, acuéstate y levanta las piernas.

Me hizo caso, se quitó el pañal que tenía debajo de él y lo puso a un lado, levanto las piernas en el aire. Le sostuve las piernas y le coloqué el pañal por debajo de sus nalguitas. Tomé el bote de talco y le esparcí bien por toda la zona y entre sus cositas. Una vez puesto el talco le baje sus piernas y le subí la parte de enfrente del pañal cubriéndole su partecita, pase las cintas hacia enfrente y le cerré bien el pañal, le quedaba ligeramente apretado pero lo cubría perfectamente pese a ser un pañal diseñado para bebés.

-Listo nene -Le dije mientras lo ayude a levantarse.
-Gracias -Me dijo con el rostro sonrojado

Rápidamente fue hacia el espejo a mirarse, completamente desnudo salvo un pañal con dibujos de plaza sésamo, si vio de frente y de espaldas, toco su pañal como si no pudiera creerlo aun.

-No te vas a poner ropa encima? -Pregunté

-Sí, ya me visto
Después de mirarse por un rato en el espejo se puso su ropa encima, le costó un poco de trabajo ponerse el pantalón por lo abultado que estaba el pañal. Acomodo los pañales y las demás cosas en un mueble. Tomo su chupón nuevo y se lo metió a la boca.

-¿Quieres jugar al Wii? -Me pregunto sin sacarse completamente el chupón de la boca
-Claro

El salió rápidamente, yo atrás de él, pero me detuve para agarrar un pañal, talco y las toallitas húmedas por si tenía que cambiarlo en algún momento.
Bajé detrás de él y en lo que el prendía la consola y sacaba los controles, puse las cosas que había traído en la mesita de centro, fui a la cocina por un vaso de agua ya que en estos juegos de Wii sports hay que moverse mucho y siempre da sed.

-Quieres que te lleve agua? -Pregunté desde la cocina
-Si por favor, en mi tacita de Cars que es la más grande

Busque la tacita, quite la tapadera y la llene de agua, la cerré y la lleve junto con mi vaso a la mesita de la sala él volteo para darme un control y vio el pañal, el talco y las toallitas que había traído.

-Para que es bajaste eso? -Pregunto extrañado
-Por si necesitas un cambio niño
-ahh, está bien -Me contesto un poco sonrojado como no queriendo darle importancia.

Comenzamos a jugar, tenis, después box, boliche, golf y un montón de juegos más, pasaron varias horas en las que estuvimos súper divertidos, gritando, saltando y riendo, no soy mucho de jugar videojuegos pero este sin duda me encanta. Como el juego es de estarse moviendo, en un descuido Matías tiro mi vaso de agua y le cayó la poca agua que quedaba sobre el pantalón, con suerte la alfombra no se mojó mucho y el vaso no se rompió.

-Oh lo siento! -Dijo sin dejar el juego.
-No hay problema solo se mojó tu pantalón
-Si ahorita que terminemos este juego me lo cambio

Seguimos jugando unos minutos más hasta que la ronda termino. Se sentó en el sillón y se empezó a quitar el pantalón, al ver su pañal supuse que ya se había hecho pipi pues se veía muy abultado y colgado, además en lo que llevábamos jugando yo ya había ido un par de veces al baño a orinar y el no se había movido de ahí.

-Creo que alguien necesita un cambio de pañal -Le dije en tono de broma y él se sonrojo mucho. – en déjame revisarte

Recordé como mi novia y su mama revisaba a sus hermanitos. Le toqué la parte de entre las piernas para ver si ya tenían mucha pipi y después jalando un poco la parte de las nalguitas me asomé ver si no tenían popo.

-Creo que solo es pipi, acuéstate en la alfombra y te cambio

Tomo un trago de agua de su vasito y se puso el chupón en la boca, se acostó en la alfombra y abrió un poco las piernas. Yo tome las toallitas el pañal y el talco y los puse al lado de él, le desprendí las cintas y baje la parte frontal de su pañal dejando visible su cosita.

-Alza las piernas y sostenlas -Le dije
Levantó las piernas y se las sostuvo con las manos en lo que yo retiraba el pañal mojado, lo puse a un lado y abrí el paquete de toallitas, tome una y le limpie una nalguita, coloque la toallita usada dentro del pañal mojado tal como lo hacía mi novia al cambiar a sus hermanitos, tome otra toalla e hice lo mismo con la otra nalguita, después le limpie entre las piernas y su cosita. Tome el pañal nuevo, lo extendí bien y lo puse debajo de él, alzando un poquito más sus nalguitas, una vez acomodado le esparcí talco por toda la zona y en su cosita, le baje las piernas y una a una le cerré fuertemente las cintas sobre él.

-Listo ya estas limpio y fresco
-Gracias, lo necesitaba
-No hay de que.

Hice bolita el pañal mojado con las toallitas dentro y se lo di.

-Toma, ve a tirarlo a la basura.

Se fue corriendo a tirarlo y me di cuenta de que lo había dejado lleno de talco en la entrepierna y un poco en la espalda, aun me faltaba practica pero creo que lo estaba haciendo bien.
Regresó corriendo a seguir jugando, tomo el control y empezamos otra ronda.

-No te vas a poner pantalón?
-Ahorita, además hace mucho calor y así estoy más fresco
-Tienes razón

Seguimos jugando un par de horas sin darnos cuenta que ya empezaba a anochecer.
Después de tantas horas jugando nos había dado hambre, aun nos sobraba algo de pizza de la tarde así que la calentamos es el microondas y la comimos, Matías se preparó un biberón con leche para cenar con la pizza y yo una taza de té. Al estar preparando todo me di cuenta que otra vez se había hecho pipi, no le dije nada porque ya se tenía que meter a bañar así que le pondría un pañal después del baño. Terminamos de cenar y recogimos todo, limpiamos lo que habíamos desordenado en la sala y la cocina.

-Ve a bañarte, yo te pongo el pañal en cuanto salgas
-Está bien

Lo acompañe a su cuarto, tomo su toalla de Mickey mouse y su pijama de ovejas.

-No te lleves la pijama porque te tengo que poner el pañal, solo llévate la toalla pero déjame quitarte de una vez el pañal para tirarlo a la basura porque se ve que está lleno.

Se llevó las manos enfrente del pañal y se sonrojo.

-Ven y túmbate en la cama

Se acostó boca arriba, poniendo su cabeza sobre una almohada, le abrí un poco las piernas y le retire las cintas del pañal, le baje la parte frontal del mismo y le alcé un poco las piernas para jalar el pañal hacia afuera.

-Listo ya puedes irte

Se levantó, tomo su toalla y se metió al baño. Tome el pañal y lo hice bolita, lo eche a su bote de basura y le llame a mi novia en lo que Matías se bañaba.

-Hola, que tal tu día?
-Hola niñero, bien, algo aburrida pero bien
-Jajá, pues así es esto
-¿Sí, y a ti como te está yendo con los pañales? ¿Si los compraron? ¿Si los usa? ¡Cuéntame!
-jajá, pues si los compramos y si los está usando, ya le puse dos, ahorita se está bañando y cuando salga le pongo otro para dormir.

-Que tierno, y ¿qué tal te fue con los cambios de pañal?
-Pues creo que bien
-¿y no se te ha rozado?
-creo que no, jajá
-pues si se roza le echas cremita y lo dejas sin pañal por un rato
-ok
-y que tal te fue con la popo, o solo ha cambiado pipi?
-sí, solo pipi, aun no hace popo, no sé si vaya a ir al baño para la popo o también en el pañal
-Jajá, pues si es un bebe se hará en el pañal
-ojala y no
-jajá, pues debiste pensar en eso antes de comprarle pañales
-jajá, eso si

Seguimos hablando de otras cosas por un largo rato, casi a punto de despedirnos escuche que Matías salía por la puerta.

-Te dejo que el bebé ya termino de bañarse
-Que no lo bañas tú?
-No, porque?
-pues los bebés no se bañan solos
-pero él no es un bebé
-jajá, bueno lo que tu digas nos vemos, chau
-mañana hablamos, cuídate

En ese momento Matías llego a su habitación en donde yo estuve todo el rato, estaba envuelto en su toalla de Mickey. Se sentó en el borde de la cama, tomo su bote de loción relajante de bebés y se la empezó a esparcir por todo el cuerpo.

-Cuando acabe de echarme la loción me pones el pañal vale?
-Claro nene
-Será mi primera noche con pañal
-Jaja, si

Terminó de ponerse la loción y se acostó acomodando su cabeza sobre la almohada, se descubrió su partecita que estaba cubierta por la toalla mientras se ponía la loción. Levanto las piernas y en ese momento yo fui por un pañal de la bolsa, lo extendí y se lo coloqué debajo de las nalguitas.

-Se siente muy rico usar pañal

Era la primera vez que me decía algo mientras lo cambiaba

-Que bueno que te guste, a mí también me gusta ponértelos
-lo haces muy bien, en donde aprendiste -Me dijo mientras yo le echaba talco en toda la zona y le bajaba las piernas para cerrarle el pañal.
-pues vi a mi novia hacerlo varias veces cuando sus hermanos los usaban, pero nunca me imaginé tener que hacerlo con alguien de tu edad.
-jajá, ni yo me imagine que tú me cambiaras como a un bebé.

Termine de abrocharle las cintas sobre su pancita

-listo mi nene ya esta
-Gracias, ¿me pones la pijama también?
-Claro

Tome su pijama de ovejas y le coloque la parte de arriba primero, pasando su cabeza y después los brazos por las mangas. Tome el pantalón y se lo puse mientras él seguía acostado, se alzó un poco para que entrara hasta arriba su pantalón, le metí los bordes de la pijama dentro del pañal y el pantalón le quedaba un poco abajo debido al bulto del pañal haciendo que se le notara este un poco por fuera.

-listo para dormir?
-quiero mi chupón

Fui al mueble en donde estaba el chupete, lo tome y se lo coloque en la boca, se acomodó bien en su cama y lo tape con su cobija de winnie pooh.

-buenas noches pequeñín
-buenas noches.

Apague la luz de la habitación y cerré la puerta, toda la recamara olía a bebé por el aroma de la loción, el talco y los pañales.
Llegue a mi habitación y me quite la ropa, yo suelo dormir solo con boxers, así que me quite el pantalón y lo demás, me acosté y tome el libro que estaba leyendo, no podía creerme aun que le estaba cambiando los pañales a un niño de casi 14 años, que además tomaba en biberón y usaba chupete. Me dio un poco de gracia y a la vez algo de envidia, ¿Qué se sentiría ser tratado y mimado como a un bebé?

Capítulo 5

Como todas las mañanas salí a correr, como el día anterior Matías no me acompaño y ya no quedamos en nada decidí irme solo. Salí de la casa hacia el parque y una hora más tarde ya estaba de regreso. Como de costumbre Matías ya estaba levantado y estaba preparando el desayuno, esta vez seguía usando su pijama de ovejas en la que se le notaba su muy abultado pañal seguramente por todo el pipí de la noche y la mañana.

-Buen día -Me saludo, mientras preparaba el desayuno
-Buen día, voy a bañarme y bajo a desayunar ¿vale?
-Si, en lo que yo termino de prepararlo

Me acerque y le jale un poco la parte de las nalguitas para ver si había hecho popo, no hacía falta revisar la parte de enfrente pues el pañal estaba bastante colgado.

-Mira como traes ese pañal todo colgado, vamos a cambiarte.
-Espera a después de desayunar -Me respondió un poco sonrojado
-Si te esperas más te vas a rozar tus nalguitas y no queremos niños rozados verdad?
-Está bien
Dejo lo que estaba haciendo y nos dirigimos a su habitación, caminaba muy chistoso ya que el pañal le estorbaba bastante.

-Acuéstate y quítate el pantalón- Le dije mientras entrabamos a su recamara y yo agarraba un pañal nuevo de la bolsa, las toallitas y el talco.

Se quitó el pantalón y se acostó, flexiono las rodillas y acomodo su cabeza sobre una almohada.
Le despegue con cuidado las cintas del pañal y le baje la parte de enfrente, después le alcé las piernas y él se las sostuvo con las manos, retire el pesado pañal y empecé a limpiarlo con las toallitas cuando note que estaba un poco enrojecida la piel de sus pompitas.

-Mira nada más, ya te rozaste un poco por andar con ese pañal tan mojado -Se sonrojo y no me dijo nada.
-Deja te pongo un poco de crema para rozaduras

Fui por la crema, puse un poco en mis dedos y la esparcí por la zona enrojecida y un poco más, cuando acabe limpie mis dedos con una toallita y la coloque dentro del pañal mojado junto con las otras.

-Listo, te sientes más fresco ¿verdad?
-Sip -Dijo sonriendo

Tome el pañal nuevo y se lo coloque por debajo, le puse un montón de talco y le cerré el pañal.

-Listo, ahora me baño y bajo a desayunar
-Ok, yo termino de preparar el desayuno

Hice bolita el pañal sucio y se lo di para que lo tirara. Bajo las escaleras en lo que yo agarraba mi ropa y me metía a bañarme.

En lo que me quitaba la ropa dentro del baño me entraron ganas de hacer popo como todas las mañanas, me senté en el retrete y me puse a pensar en que Matías no había ensuciado su pañal el día anterior, solo hacia pipi, posiblemente estuviese haciendo popo en el baño antes o después de bañarse, sea lo que sea, agradecí no tener que cambiar un pañal con popo.
Termine de bañarme y vestirme, baje a desayunar y Matías ya había servido la mesa, desayunamos huevos, yo tome una taza de té y Matías un biberón con leche. Cuando terminados de desayunar fuimos a ver la televisión pues no teníamos planes para ese día.
Después de estar viendo televisión percibí un olor raro, sospeche que Matías se había hecho popo así que me pare para revisarle el pañal. Jalé un poco la parte trasera de su pijama y pañal y vi señales de que había ensuciado sus pompitas.

-Creo que alguien hizo popo -Se sonrojo mientras lo decía. -Tenemos que cambiar a este niño cochino, iré por las cosas.

Subí por un par de pañales, la crema, toallitas y talco. Cuando baje Matías ya estaba acostado en la alfombra con la cabeza sobre un cojín y con su chupete en la boca, era una imagen muy tierna.
Le baje el pantalón y se lo quite, el pañal no lucía tan mojado, pero definitivamente estaba lleno.
Desprendí las cintas del frente y bajé la parte delantera descubriéndole su cosita, la popo se veía embarrada en todo el pañal y por sus nalguitas.

-Uy pero que desastre
-Jeje, es que tenía ganas de hacer popis
-No te preocupes para eso es el pañal no?
-Sipi

Le alce las piernitas y él se las sostuvo con las manos, limpie muy bien todas sus pompis y su cosita hasta retirar todo rastro de popo, puse las toallitas sucias dentro del pañal y lo hice bolita. Le aplique crema para rozaduras en toda su colita y después le espolvoree talco entre sus piernas y su cosita. Tome un pañal nuevo, lo extendí bajo sus piernas, y lo ajuste fuertemente.

-Listo mi niño, limpio y seco
-Gracias
-Ahora ve a tirar este pañal cochino a la basura

Fue corriendo al bote de basura vestido únicamente con su pañal, lucia como todo un bebé.

-Me gustaría ir al cine -Propuso Matías mientras estábamos sentados en el sillón viendo otro documental
-Sera bueno, revisa las películas que hay en cartelera -Le dije sin prestarle mucha atención. Sacó su teléfono y en unos minutos me dijo las películas que había.

-Quiero ver buscando a dory.
-Si yo también, hace años que vi buscando a nemo, y me encantaría ver la segunda parte.
-Genial empieza en 2 horas
-Ok aún tenemos tiempo,
-Te vas a llevar pañal o calzón?
-No lo sé, es que si me hago pipi no me vas a cambiar ahí, pero, ¿si se me olvida que no traigo pañal y me ocurre un accidente??
-Pues podemos comprarte calzoncito entrenador, si quieres ir al baño puedes ir, y si te gana pues ya no pasan accidentes. -Se le dibujo una cara en la sonrisa
-Pues vamos de una vez a comprarlos
-Ok, déjame revisarte el pañal

Le toque la parte de abajo del pañal y se sentía tibia y pesada, le jale la parte de atrás del pantalón y me asome a ver sus nalguitas pero estaban limpias.

-Bien solo es pipi, acuéstate que te cambio.

Se acostó en la alfombra como de costumbre con un cojín bajo su cabeza, le retire el pantalón y con cuidado le desprendí las cintas de su pañal, el alzo las piernas y se las sostuvo en lo que yo retiraba el pañal mojado, lo limpie muy bien con toallitas húmedas por todas sus pompitas y entre las piernas. Coloque el pañal nuevo por debajo de él y espolvoree talco en toda la zona, bajo las piernas y le cerré muy bien el pañal por encima de su pancita.

-Listo ahora ve a vestirte para salir a comprar tus calzoncitos entrenadores

Subió rápidamente las escaleras, y entro a su cuarto, yo aproveche para llamarle a Miriam por teléfono.

-Hola Miriam

-Hola niñero
-¿Como te va? -Le pregunté
-Muy bien creo, descansando por fin
-Que bien, yo ando cambiando pañales
-Jajá si es cierto, ya se me había olvidado, ¿ya limpiaste popo?
-Si una vez
-¿Y qué tal?
-Pues normal, lo mismo que cambiar pañal solo con pipi
-Qué lindo tu bebe, y ya le diste un bañito
-No, él se baña solo
-Que mal, es muy divertido bañar a un bebé
-Jajá, pues mi bebe se sabe bañar solo
-¿Y que van a hacer hoy?
-Vamos al cine
-Y como le vas a hacer si necesitas cambiarlo
-Vamos a comprar calzoncito entrenador para que él vaya solito al baño
-Aww que ternura, ya quisiera tener un bebé así de grande para mimarlo
-Jajá si
-Bueno que te vaya bien con tu niño grande, mi madre me llama
-Sale cuídate
-Igual tú, ya quiero verte
-Yo también

Colgué el teléfono y Matías ya venía bajando. Traía puesta su ropa de chico skate. Nadie se imaginaria que trae puesto un pañal debajo de sus shorts.

-Vámonos ya, que hay que regresar a ponerte tus calzoncitos
-Si vámonos.

Nos metimos al auto y nos dirigimos al mismo centro comercial de siempre, entramos al área de bebés y buscamos los calzoncitos entrenadores. Vimos varias marcas y Matías agarro unos Huggies Pull Ups talla 6 con diseños de spiderman.

-Estos están bien -Me dijo si quitar la vista de la bolsa
-Bueno vamos a pagarlos y a ponértelos en casa.

Pagamos los pañales y nos dirigimos a casa, en el camino Matías mojo su pañal, lo note porque al bajar del auto caminada chistoso.

-Quieres que te ayude a ponerte tus pull ups
-Yo puedo, pero creo que moje mi pañal
-Si ya me di cuenta, bueno vamos a cambiarte.

Se bajó su short y se acostó en la alfombra, le quite el pañal mojado y saque un pull ups del paquete, le limpie y puse talco en sus nalguitas y le coloque el pull up como si fuese un pañal ya que puede abrirse de los costados. Lo ayude a levantarse a subirse su short.

-Listo nos vamos ya? -Me pregunto mientras aún se acomodaba el short.
-Si ya casi empieza

Llegamos al cine, vimos los horarios y compramos las entradas.

-Tienes ganas de hacer pipí? ¿O ya te has hecho?
-No
-Vamos ahorita no quiero ir a la mitad de la película
-Está bien
Entramos al baño y no había nadie más que un par de personas, Matías se acercó al mingitorio para orinar, y en vez de solo bajarse el cierre del pantalón para orinar como todos los hombres, se desabrocho el short y se lo bajo con todo y su pull up dejando ver sus nalguitas como un niño pequeño. Nos lavamos las manos y nos dirigimos a la dulcería a comprar palomitas y refrescos. Después de esto nos dirigimos a la sala para ver la película.
La película estuvo entretenida, comimos muchas palomitas y bebimos demasiado refresco, al terminar salimos y me dirigí directo al baño pues tenía muchas ganas de orinar, y a juzgar por la forma de caminar de Matías él ya había orinado en su pull ups.
Salimos del cine y nos dirigimos al auto.

-Veo que te hiciste pipi
-si es que tome mucho refresco y no me aguante, que suerte que traía el pull up
-Quieres que te cambie ahorita o hasta llegar a la casa? -Antes de que me respondiera note que la parte de atrás y la entrepierna de su short estaban húmedas. -Mira nada mas ya se te está escurriendo, debí ponerte pañal.
-Se rio un poco y nos dirigimos a casa.
-Quieres cenar algo? -Me pregunto en cuanto llegamos a casa
-No, comí demasiadas palomitas, ¿Y tú?
-Yo también
-Bueno ve por un pañal para cambiarte.

Subió a la recamara por un pañal ya que abajo no había más. Se acostó en la alfombra, le quite los tenis y los calcetines, le desabroche el short y los laterales del pull up. Alzo las piernas para que le quitara el muy mojado pañal.

-Creo que estos no aguantan tanto como los pampers -Le comenté mientras le limpiaba las nalguitas con una toallita húmeda.
-Sí, creo que no

Le espolvoree talco y le cerré el pañal, lo ayude a levantarse.

-Ve a poner esto en la ropa sucia y tira el pañal a la basura -Salió solo usando pañal y playera, se veía muy tierno.

Jugamos algunos juegos de mesa y terminamos cansados, llego la hora de dormir y lo mande a darse un baño.

-Ve a bañarte
-Tengo flojera, no quiero bañarme

-Yo te baño si quieres, como a un bebé -Le dije en tono de burla
-¡Si! ¡Báñame tú! -Me respondió emocionado.

Subimos al baño y llene la tina con agua caliente, le quite la playera y el pañal que estaba completamente seco, lo metí en la bañera con unos juguetes y empecé a mojarle el cabello. Tome su shampoo y se lo puse dándole masaje en la cabeza, Miriam tenía razón, es muy divertido bañar a un bebé.
Mientras él jugaba con sus juguetes le lave el cabello y el cuerpo, asegurándome de lavar bien la zona del pañal para que no quedaran residuos de popo o pipi. Al terminar lo deje jugando unos minutos.

-Hora de salir -Le dije mientras sostenía su bata en las manos. Salió de la bañera y le puse su bata. Fuimos a su habitación y lo seque bien, le puse su loción y ya medio adormilado le coloque un pañal limpio. Lo acosté y arrope en su cama.
Me fui a dormir a mi habitación y me quede pensando en lo bien que se sentiría ser mimado, usar pañal y ser tratado como bebe, además de no tener que pararme al baño a mitad de la noche. En mi curiosidad se me ocurrió que podía usar uno de los pañales de Mati ya que soy delgado y esos pañales están muy grandes.
Fui a su habitación y tome un pañal y fui a ponérmelo a mí recamara, me costó un poco de trabajo, pero lo logre. Me miré al espejo usando solo el pañal y me veía bastante tierno, me dio un poco de vergüenza pero así me acosté y me dormí.

Capítulo 6

A la mitad de la noche decidí quitarme el pañal ya que era demasiado incomodo, estaba muy apretado y sentía que si lo mojaba iba a ser un desastre porque no aguantaría.
En la mañana me levante y me metí a bañar, escuche como Matías se había despertado pues se oía que jugaba en su recamara, después de bañarme me dirigí a mi recamara para vestirme, al terminar me dirigí a la habitación de Matías para darle los buenos días y cambiarle el pañal.
Entre a su habitación y él estaba en el suelo jugando con sus legos usando únicamente su mojado pañal, ya que hacía demasiado calor como para usar ropa.

-Buen día Matías
-Buen día, que vamos a hacer hoy?

-No lo sé, ¿Cómo que quieres hacer? -Le pregunte mientras sacaba un pañal de la bolsa, las toallitas y el talco.
-Vamos a la piscina.
-Seria genial, el día está perfecto.
-Estupendo.
-Pero no puedes andar en pañales ahí -Le dije divertido.
-Lo sé, no importa, iré con ropa normal.
-Perfecto entonces no te pongo este pañal y solo te quito ese que traes mojado.

Matías se acostó en su cama y le desabroche las cintas, le alce las piernas mientras le quitaba el pesado pañal y lo hacía bolita, le limpie la zona con toallitas y le puse un poco de talco. Después fui a buscar su ropa interior y tomé un calzoncillo con dibujos de los minions.
Por la costumbre se lo puse pero reaccione y le dije que se terminara de vestir y preparara sus cosas.
Después de preparar las cosas bajamos a desayunar, el preparo el desayuno usando su ropa habitual de adolescente, se veía bastante diferente a comparación de cuando está en pañales o con sus pijamas infantiles, esta vez uso un vaso normal y no un biberón para tomar su leche, creo que por ese día no iba a ser un bebé.
Pusimos las cosas en el auto y salimos hacia la piscina, el clima era perfecto para refrescarnos un poco. Llegamos y ya había algo de gente, aunque no demasiada, era un lugar bastante grande y muy bonito.
En el lugar había varios chicos y chicas de la edad de Matías, el ya conocía a algunos, le dije que el fuera con ellos mientras yo iba a la plataforma de clavados, siempre he sido muy aficionado a eso, aunque no soy muy bueno me encanta.
Paso un rato y regresé a la piscina en donde estaban Matías y sus amigos, lo vi jugando con ellos y charlando bastante amigable con una chica, fui al bar a tomar algo mientras los vigilaba desde la barra.
Un rato después Matías se me acerco.

-¿Ya vamos a comer? -preguntó
-¿Ya tienes hambre?

-Sí, un poco, ¿Qué vamos a comer?
-No sé, ¿Qué es lo que quieres?
-¿Vamos por hamburguesas está bien?
-Perfecto
-Oye, ¿Puede ir una amiga con nosotros? -Me lo dijo un poco sonrojado
-Claro, pero debe pedir permiso a sus padres.
-ok, les vamos a preguntar y nos vestimos, te vemos en el auto.

Me fui a cambiar, y me dirigí al auto a esperarlos, tomé mi teléfono y vi que tenía una llamada perdida de Miriam así que decidí marcarle.

-Hola, ¿Cómo estás?
-Hola mi niñero favorito
-Jaja que haces?
-Pues nada en realidad, acabo de terminar de preparar la comida ¿y tú?
-Estoy en la piscina, vamos a comer
-¿Vas con tu bebé?
-Jaja si, aunque por hoy no es un bebé
-¿Por qué?
-Pues no trae pañales y hasta invito a una chica a comer con nosotros
-Oh que rápido crecen los niños, jaja
-Jaja si, bueno por hoy no tendré que cambiar pañales ni preparar biberones
-Que lastima, tan tierno que es hacer eso
-Jaja
-Ya casi termina mi temporada de niñero, ¿Qué vamos a hacer cuando regrese?
-Pues no sé, ¿ya veremos no?
-Sí, ya te extraño
-También yo, te tratare como mi bebé cuando regreses
-Jaja si, seria genial ser mimado como un niño
-Bueno te dejo que ya vamos a comer
-Vale cuídate, te amo
-Te amo también, suerte con tu niño grande y su noviecita
-Bye

En cuanto colgué el teléfono vi que llegaba Matías con su amiga, así que me subí al auto.
Matías y su amiga se la pasaron hablando todo el tiempo, también hablaban conmigo, la chica era muy dulce y simpática y por lo que pude notar uno o dos años más grande que Mati, pero no le pregunte su edad, comentó que estaba de visita con sus tíos, por lo que obviamente Matías y ella no se conocían previamente, por lo visto Matías era muy bueno a la hora de ligar con chicas porque esta era la primera vez que la veía y ya la había invitado a comer.
Me preguntaba qué pasaría por la cabeza de Matías, le gustaban las patinetas, los documentales científicos y las chicas ya le empezaban a llamar la atención, mientras que seguía usando ropa interior con dibujos, pijamas infantiles, vasitos entrenadores, biberón, chupete y hasta hacia pipi y popo en sus pañales.
También me puse a pensar qué pensaría la chica si se enteraba que Matías gustaba de usar pañales y demás cosas para bebés, podría parecerle tierno pero seguramente saldría corriendo.
Seguimos comiendo y conversando cuando la niña se paró para ir al baño.

-Es linda -Le comenté
-Si, mucho -Me respondió
-Entonces no la conocías?
-No, solo está de visita
-Que mal
-Lo sé, crees que mañana la pueda invitar a la casa, creo que vive muy cerca de ahí
-Pues tendría que hablar con sus tíos
-Parece que son muy permisivos así que seguramente la dejaran, pero no estoy muy seguro de invitarla
-Pues piénsalo por mí no hay problema aunque tendrás que esconder tus pañales y tus demás cosas de bebé
-Jaja si, por cierto ya casi no hay pañales, hay que comprar más en la noche
-Jaja, está bien
-Ya cállate que ahí viene

La chica regreso y ya era hora de regresar a la piscina a llevarla con sus tíos. Nos subimos al auto y pusimos música, regresamos a la piscina, pero esta vez ya no nos pusimos el bañador, yo me recosté y me puse a leer mientras Matías y su amiga conversaban hasta que atardeció.
La chica se despidió de Matías y de mí, después de recoger todas nuestras cosas nos subimos al auto y nos fuimos de regreso.

-Si la invitaste a ir mañana?
-Si, pero dijo que ya tenían planes sus tíos para mañana, pero que pasado mañana si puede
-Muy bien
-Vamos al supermercado entonces
-¿Por tus pañales?

-Sí, ya se están acabando y tengo que aprovechar antes de que regresen mis padres
-Eso sí, ¿te regañarían si te descubren usándolos?
-Probablemente, ¿No te da curiosidad a ti usar pañal?
-Pues no mucho en realidad, aunque debe ser cómodo no tener que levantarse en las noches a orinar
-Lo es

Llegamos al supermercado y nos dirigimos al área de pañales, Matías tomo una bolsa de pampers talla 7 y unos goodnites talla XL. También tomo un par de frascos de comida para bebés. Pagamos todo y nos dirigimos a casa.
Llegamos a casa y bajamos las cosas que compramos, estábamos bastante cansados así que nos tumbamos en el sillón un buen rato. Matías prendió la televisión y puso un documental en Netflix. Después de un rato fue a la cocina

-Quieres algo -Me pregunto mientras yo seguía sentado en el sillón
-Solo un vaso con agua gracias
-Bien

Matías se preparó un biberón con leche chocolatada y saco un frasco de comida de bebé y una de sus cucharitas infantiles.
Regreso al sillón, tomo el frasco de comida y lo abrió, empezó a comerlo muy tiernamente, cuando termino se recostó sobre mí y empezó a tomar su biberón, me acomode bien y le agarre el biberón mientras le acariciaba la cabeza, cuando termino su biberón algo adormilado me dijo que si subíamos ya a ponerle el pañal y dormir.
Subimos las escaleras con las bolsas de pañales, no sabía exactamente porque había comprado esos goodnites pero por lo que pude leer en la bolsa son como pull ups pero para niños más grandes.
Le ayude a quitarse la ropa y se quedó solo con su calzoncillo de dibujos, se acostó en su cama, le quite el calzón y me di cuenta que estaba un poquito húmedo.
-Creo que a alguien se le olvido que no traía pañal
-Jaja, si me moje un poquito
-Suele suceder

Le quite el calzón y le limpie con toallitas húmedas sus nalguitas y su partecita, extendí un pañal limpio debajo de él, le puse bastante talco, le baje las piernas y le cerré las citas sobre su pancita.

-Listo mi nene ya quedo para dormir.
-Bien ahora te toca a ti
-Qué cosa? -Le pregunte desorientado
-Los goodnites que compramos son para ti, ponte uno para dormir y me dices que tal -Me dio la bolsa de goodnites, los recibí con duda.
-Está bien espérame aquí y regreso -Me fui a mi cuarto con la bolsa de pañales.

La puse sobre la cama y la abrí, saque uno y me di cuenta que eran como calzoncillos pues no se abrían por los laterales, pero si tenían diseños impresos, aunque no infantiles como los pañales que usaba Mati, más bien juveniles, uno era de rayas azules y grises y otro de camuflaje en el mismo tono de azules que el anterior, me quite toda la ropa y me puse uno, era mucho más cómodo que el del día anterior, pues era más grande, me vi al espejo y me veía un poco ridículo pero a la vez tierno, aparentaba ser un calzoncillo normal pero se notaba bastante como un pañal. Me puse una playera y un short para dormir y me dirigí a la habitación de Matías.

-Ya te lo pusiste
-Si -respondí con algo de vergüenza mientras el me observaba con un chupete en la boca
-¿A ver? -Me baje un poco el short y deje que Matías viera mi pañal
-Genial ahora somos amigos de pañales
-Jaja, si pero no esperes a que también use chupete y biberón
-Jaja no
-Bueno ya duerme, buenas noches

Me acosté en la cama y sentí mi pañal algo abultado pero cómodo y suave al mismo tiempo, seguramente por eso a Matías le encanta usarlos. Como estaba bastante cansado me dormí enseguida.

Capítulo 7

Me desperté a mitad de la noche con ganas de orinar, me iba a levantar, pero recordé que traía puesto el pañal. Me costó un poco de trabajo, pero me relaje y deje salir toda la pipi, la sentí correr por todo el pañal, se sentía muy cálido y relajante, era una sensación extraña pero agradable, cuando deje salir toda, noté el pañal un poco más grueso, pero estaba tan cansado que me dormí enseguida.
En la mañana me desperté con el pañal bastante lleno, fui a bañarme y me lo quité en la ducha. Salí y al entrar a mi habitación para cambiarme se me ocurrió que si Matías podía andar todo el día en pañales entonces yo también.
Me puse mi pañal y solo una playera ya que hacía mucho calor otra vez, fui al cuarto de Matías y este seguía muy dormido por lo que bajé a desayunar y ver alguna película. Después de un rato Matías bajo solo con su pañal y la playera de su pijama de dinosaurios, se veía bastante tierno con su pañal todo mojado y uno nuevo en la mano derecha y el talco y las toallitas en la mano izquierda.

-Me hice popis me cambias? -Me preguntó
-Claro -Le respondí mientras tomaba las cosas que él traía en las manos
-Oh, ¿traes pañal todavía? -Preguntó algo incrédulo
-Me puse uno nuevo en la mañana porque en la noche moje el anterior
-Verdad que se siente rico usarlos
-Si mucho

Matías se recostó en el tapete para cambiar pañales de plaza sésamo que compramos, le abrí la cintas y el alce las piernas, limpie su colita de popo con las toallitas e hice bolita el pañal sucio, se le veían un poco rozadas sus nalguitas así que le puse pomada, extendí el pañal limpio debajo de él y le puse su talquito para luego cerrarle las cintas.

-Listo, ¿Qué pensaría tu amiga si te viera así eh?
-Jaja ni idea, mejor no averiguarlo

Fue a tirar el pañal sucio a la basura mientras yo recogía las cosas del suelo.
Después fue a la cocina a prepararse el desayuno, y su biberón, después de eso nos la pasamos toda la mañana video la televisión usando nuestros pañales pues no teníamos planeado hacer nada más que recoger y esconder todos los pañales y artículos de bebé que tenía Matías regados por toda la casa para que su nueva amiga no los descubriera.
Mientras veíamos la televisión me entraron ganas de hacer pipí, me relaje y la deje salir, una corriente tibia corrió por mis nalgas y mis partecitas, el pañal de Matías también evidenciaba que ya estaba lleno de pipi.
Me acerque a él y le jale un poco el pañal de la entrepierna para revisar si se había hecho popo o solo estaba mojado.

-Vamos arriba a cambiarte y a recoger todo para que tu amiga no te descubra
-Si vamos

Subimos las escaleras, el caminaba chistoso con su pañal totalmente lleno y yo también, pues el bulto me estorbaba un poco, Matías se dio cuenta de inmediato.

-Creo que no soy el único que uso su pañal verdad? -Me dijo en tono burlón
-jajá -Me reí con un poco de vergüenza
-Bueno vamos a cambiarnos los dos para estar secos y empezar a recoger -Repuso siguiendo su camino.

Llegamos a su habitación, en lo que el sacaba un pañal limpio y el talco yo fui a mi habitación por un pañal seco para mí. Regrese en seguida con mi pañal en la mano.

-Primero me cambio yo y después te cambio a ti ¿vale?
-está bien

Me recosté en la cama y me quite el pañal mojado, con una toallita húmeda me limpie bien toda la zona y después me puse un poco de talco, abrí el pañal y me metí mis dos piernas, después me lo deslice hasta arriba. Se sintió bastante bien, aunque lo haya hecho yo mismo.

-Listo, ahora es tu turno -le dije indicándole que se acostara en la cama

Matías se recostó sobre su cama en lo que alcanzaba uno de sus chupetes de Mickey mouse del buro y se lo colocaba en la boca.
Separe las cintas de su pañal y le baje la parte frontal, alce sus piernitas y deslice el pañal hacia afuera, tome unas toallitas para limpiarle su cosita y sus nalguitas, tome el pañal nuevo y lo abrí bien, lo coloque debajo de sus pompitas y le puse bastante talco en toda la zona, bajo sus piernas y le cerré las dos cintas sobre su pancita. Me estaba volviendo un experto en esto.
Sentí un poco de curiosidad el saber que se sentía ser cambiado con ternura por alguien más, si usar pañales se sentía muy bien, ser cambiado debía ser aún mejor.

-Listo ya estamos preparados para recoger y esconder toda la evidencia, además que hay que tirar la basura y todos los pañales sucios, solo faltan 2 días para que lleguen tus padres y por lo que se, no quieres que se enteren de los pañales y demás cosas ¿verdad?
-Cierto, me daría mucha vergüenza, prométeme que no le contaras esto a nadie
-Por supuesto que no, además tú también debes guardar el secreto de que yo también me puse pañal
-Es verdad, será nuestro secreto
-Genial, ahora ve por algunas bolsas negras para guardar todas las cosas y ocultarlas en el fondo del armario.

Matías bajo por las bolsas mientras yo juntaba todos los biberones, chupones, pañales, toallitas y demás cosas que estaban regadas por su habitación, abrí las ventanas para que se fuera todo el aroma a bebé y pañal mojado.
Matías llego con las bosas y ocultamos todas las cosas al fondo de la habitación, luego fuimos a la sala a recoger cualquier cosa que lo pudiera delatar, aunque si la chica llegaba a encontrar algo teníamos el pretexto de decir que era de la hermanita de Matías.
Terminamos de recoger y de limpiar la casa, ambos tuvimos un par de cambios de pañal, yo tuve que hacer popo pero decidí hacerlo en el baño, no me arriesgaría a hacer un desastre en mi pañal y luego tener que limpiarme yo mismo.
Terminamos de recoger y teníamos hambre así que pedimos comida a domicilio, llego la comida y nos dispusimos a cenar, ambos estábamos solo con pañales y playera pues hacia bastante calor, yo estaba seco, pero al terminar de comer deje salir la pipi.

-Voy a cambiarme y a prepararte la bañera
-Claro -Me dijo mientras recogía los platos

Me llego un olor a pañal sucio mientras me levantaba de la mesa

-Creo que alguien se hizo popo?
-Jeje, si yo
-Bueno te cambio antes de meterte a bañar
-Está bien

Subí al cuarto y me puse un pañal seco, después fui a la bañera y la llene de agua, Matías subió en ese momento, le quite su pañal sucio y lo limpie muy bien con toallitas húmedas. Lo metí a la tina y le lave el cabello con su champú y después le lave el cuerpo, le lave las nalguitas para eliminar cualquier residuo de popo y pipi. Cuando estuvo limpio lo deje un rato jugando en el agua mientras iba por su toalla, lo saque y fuimos a su cuarto a secarlo y vestirlo.

-¿Mañana a qué hora viene tu amiga? -Le pregunte mientras le ponía su pañal
-Me dijo que a las 10, ya le di la dirección sus tíos la va a traer
-Bien, ¿y vas a usar ropa interior normal mientras ella este aquí?
-Supongo que sí, pues no quiero que se de cuenta que uso pañales
-Será la primera vez en días que uses el baño de la casa -Le dije riendo
-¡Si! ¡Ojala no se me olvide que no traigo pañal!
-Si quieres puedes usar un pullups debajo de tus calzoncillos, solo por si acaso.
-Mejor, además ya en 3 días llegan mis padres y no podré seguir usándolos todo el tiempo
-Tienes razón, tendrás que volver a ir al baño como niño grande.

Termine de ponerle su pañal y su loción, le coloque el pijama y lo arrope en su cama.

-Buenas noches, mañana será un buen día
.Buenas noches -Me respondió mientras se ponía su chupete en la boca.

Me fui a mi habitación y me puse el pijama, me puse un pañal nuevo pues el que traía ya estaba mojado. Me acosté y me dormí en seguida.

Capítulo 8

Nos levantamos a las 8am para desayunar, le quite su pañal mojado y le puse un pullups, aun olía un poco a bebé por la loción y el talco, pero no le importó mucho, se puso su ropa y nos fuimos a ver la televisión a esperando a que la chica llegara.
Pasaban de las 10 de la mañana y escuchamos como llamaban a la puerta, Matías se levantó rápidamente a atender. Abrió la puerta y la chica estaba parada en la entrada, lucia muy bien, Matías un poco nervioso la invito a pasar. Nos saludamos y nos sentamos en el sillón.

-¿Qué quieres hacer? -Le pregunto Matías
-No lo se -Respondió la chica. Ella estaba revisando todo lo que había en la sala y vio la Wii debajo de la televisión
-¿Podemos jugar? -Dijo mientras señalaba el aparato
-Por supuesto -Respondió Matías

Matías prendió la consola y le mostro los juegos que tenía, la chica escogió el de deportes y nos pusimos a jugar.
Los dos se veían bastante divertidos, jugamos un par de horas hasta que nos dio hambre.
-Pediré comida -Le dije a Matías mientras jugaba con su amiga -¿Quieren agua? -Les pregunte mientras abría la aplicación de delivery en mi teléfono
-Si por favor Respondió la chica.

Lleve una jarra y tres vasos a la mesa de centro. Termino la ronda del juego y los tres bebimos agua.

-En donde está el baño? -Pregunto la chica
-Subiendo las escaleras la segunda puerta. -Le respondí.

Ella subió las escaleras rápidamente mientras Matías y yo seguíamos bebiendo agua.

-¿Cómo va tu pañal? -Le pregunte en voz baja
-Creo que bien -respondió en el mismo tono.
-¿No tienes ganas de hacer pipi?
-Ahora que lo mencionas si -Respondió dudando
-Pues ve antes de que mojes tu pañal y tenga que cambiarte

Matías subió al baño que estaba en mi habitación. Inmediatamente después de que Matías subió la chica bajo a la sala.

-Matías tiene hermanos? -Me pregunto la chica
-Si una hermana
-¿Y es pequeña? -Siguió cuestionando

-¿Por qué la pregunta? -respondí sospechando que ya nos había descubierto.
-Es que vi muchos productos infantiles en el baño
-Ah si, su hermana es pequeña -Respondí aliviado

Me quede pensando en que tal vez nos faltó esconder algunas cosas como los vasitos infantiles y los productos del baño, aunque el hecho de que la hermana de Matías fuera pequeña nos servía de excusa por si la chica notaba algo. Matías bajo las escaleras, la chica estaba sentada en el sillón y yo estaba recogiendo las cosas de la mesa, en ese momento llamaron a la puerta, era la comida.

-Llego la comida, Matías pon la mesa. -Le dije mientras me dirigía a la puerta
-Yo te ayudo -Le dijo la chica mientras ambos se levantaban del sillón.

Matías puso los platos mientras la chica buscaba lo demás en toda la alacena de la cocina, abrió la puerta en donde estaban los vasitos infantiles de Matías. Los vio pero no sospecho nada, seguro sospecharía que eran de su hermanita aunque la mayoría eran de niño. Tomó uno rosa de Minnie Mouse que Matías había comprado porque venía junto a uno azul de Mickey Mouse.

-Wow yo tenía uno igual cuando era pequeña -Dijo la chica mientras sostenía el vasito y se le quedaba viendo.
-Son de mi hermanita -Alcanzó a decir Matías antes de que la chica terminara la frase lo cual lo hizo ver sospechoso.
-¿Puedo usarlo? -Preguntó la chica con un poco de vergüenza.
-Claro -Repuso Matías con una sonrisa y cara de sorpresa.

La chica saco dos vasos normales y los puso en la mesa junto con el suyo de Minnie. Matías fue a la cocina y saco el vasito de Mickey que hacía juego con el de la chica.

-Yo usare este para que estemos iguales -Dijo Matías mientras ponía el suyo en la mesa.

Comimos mientras conversábamos y bromeábamos, Matías se veía muy feliz tomando de su vasito al igual que su amiga, nos la estábamos pasando muy bien. La chica era muy agradable y se veía muy contenta y a gusto en la casa, parecía que nos conocía desde hace tiempo. Terminamos de comer y recogimos la mesa, habíamos comido demasiado y estábamos cansados de tanto jugar. Fuimos al sillón y nos recostamos.

-Hay que poner una película. -Propuso la chica
-Vale -Le respondí.

Puso una película en netflix y nos quedamos ahí recostados, yo en un sillón y Matías y ella en el otro.

-Hace frio, ¿Tienes una cobija? -Le pregunto a Matías
-Si deja voy por ella a mi habitación, yo también tengo frio

Matías bajo dos cobijas y le dio una a la chica después de un rato, medio adormilada, la chica se metió dos dedos a la boca tal y como Matías lo hacía con su pulgar. Parecía que la chica no se había dado cuenta lo que estaba haciendo, Matías no se daba cuenta pues estaba viendo la película. De repente la chica volteo a verme y me sonrió mientras seguía chupándose los dedos, parecía que no le daba pena.

-Parece que no eres el único que se chupa el dedo Matías -Dije en tono burlón

Matías volteo de inmediato a verme fulminándome con la mirada, después vio a la chica que se estaba chupando los dedos y sonrió

-¿También te chupas el dedo Matías? -Le pregunto la chica sonriendo
-A veces -Confesó sonrojado

-Que lindo pensé que era la única que lo seguía haciendo, a mi madre no le gusta que lo haga porque dice que ya soy mayor y me voy a enchuecar los dientes pero a mí me gusta, no lo he dejado de hacer desde que era pequeña.

-Si yo igual -Contesto Matías, mientras se acomodaba el pulgar en la boca.

Terminamos de ver la película y la chica recibió un mensaje en su telefono empezó a oscurecer.

-Ya llegaron por mi, ¿tienen planes para mañana?
-No tenemos nada planeado -Contesto Matías
-Bueno si se les ocurre algo me avisan, ya tienes mi número Matías

Llevamos a la chica hasta el auto de su tío y nos despedimos.

-¿Quien iba a imaginarse a que tú amiga también le gusta comportarse como bebé? -Le dije a Matías mientras caminábamos de regreso a la puerta
-Jaja, sí ¡que loco! ¿Crees que también le guste usar pañal?
-Jaja, no creo, no creo que debas preguntarle eso
-Si lo sé, cuando entramos a mi habitación por las cobijas y abrí el armario para tomar otra creo que vio la bolsa de pañales, no estoy seguro, pero alce la cobija y ahí estaba, la tape rápidamente pero creo que si lo vio aunque no me dijo nada.
-Pues quien sabe, igual y no vio nada.
-Tal vez, bueno ni modo, igual no creo que se burle de mí, ella se estaba chupando los dedos enfrente de nosotros como si fuera normal.
-Jaja si, que raro, se ve que es de esas chicas que no les da pena nada
-¡Lo sé! Que genial, lástima que solo venga de visita por unos días.
-Sí que mal.-Conteste con empatía

-Hay que apurarnos que tengo ganas de hacer pipí
-¿Tienes el pullups no?
-Ah es verdad -Respondió
Matías comenzó a caminar más despacio, yo no sabía porque pero en ese momento me di cuenta que estaba haciendo pipi en su pañal.
-Listo -Respondio y volvió a acelerar el paso
-¿Hiciste pipi?
-sipi
-Ok nene, llegando te meto a bañar y directo a la cama
-Está bien.

Matías se quitó la ropa mientras yo llenaba la bañera. Una vez listo le quite el pañal y lo metí al agua, lo bañe y lo seque, le puse su loción y un pañal nuevo, lo metí a la cama y le puse su chupete de Mickey mouse.

Capítulo 9

-¡Despierta! -Me decía Matías mientras saltaba encima de mí
-¿Qué pasa? -Le pregunte todavía adormilado
-Hoy es el último día de nuestra aventura, mañana llegan mis padres.
-Tienes razón no lo recordaba.
-Creo que estaré hoy sin pañales para volverme a acostumbrar, no quiero que me ocurra un accidente cuando lleguen.

-Supongo que será lo mejor, ¿Quieres que te cambie el pañal?
-No, ya me lo quite yo y me puse un calzoncillo, creo que tendré que tirar los pañales que me sobran, mi madre puede encontrarlos, también todas las tacitas, biberones y chupetes nuevos, tal vez solo me quede con un chupete y un biberón.
-Bueno, sería buena idea, yo tengo que juntar todas mis cosas y empacarlas porque mañana me voy.
-Bueno, limpiemos todo y tiremos a la basura todo.
-Ok, revisa todo, y de lo que te quieras deshacer échalo a una bolsa.
-Está bien pero primero desayunemos -Respondió

Bajamos a desayunar, Matías nos sirvió cereal y leche, se sirvió jugo en un biberón y nos fuimos a ver la televisión.
-Ojala puedas venir más seguido y que mis padres no estén para poder seguir siendo un bebé
-Si sería genial -Le dije mientras le acariciaba el cabello

Terminamos de desayunar y recogimos los trastes, Matías se puso a juntar los biberones y vasitos que estaban en la cocina, mientras yo limpiaba la mesa y ordenaba todo el lugar. Después nos subimos a los cuartos, yo junte toda mi ropa y mis cosas para guardarlas en la maleta, Matías limpio su habitación y hecho a la bolsa los pañales, las toallitas y los chupetes, también la loción y los productos del baño que habíamos comprado. Mientras guardaba mi ropa encontré la bolsa de pañales que Matías había comprado para mí y de los que use algunos, los iba a echar a la bolsa de Matías pero mejor los guarde en la maleta.
Terminamos de recoger, revisamos minuciosamente toda la casa para no olvidar nada. Cuando terminamos nos dimos cuenta de que ya eran las 3:00 pm.
Matías le hablo a su amiga para que fuéramos los tres a los bolos y a comer, era casi nuestro último día juntos, la había pasado realmente bien con él, era un chico alegre y simpático, algo extraño ya que gustaba de usar pañales y productos de bebé, pero eso lo hacía bastante tierno.
De verdad deseaba que nos pudiéramos ver en otra ocasión, aunque también ya estaba un poco cansado de tanto cambiar pañales y preparar biberones ya quería regresar a mi departamento y estar con mi novia.
Salimos de la casa para pasar por la chica, Matías se bajó del auto y fue a buscarla, minutos después regresaron los dos y se subieron al auto. Un par de minutos después llegamos al boliche, pedimos la línea y los zapatos, también pedimos palomitas, nachos y refrescos.

-¿Entonces mañana regresas a tu casa? -Me pregunto la chica
-Si los padres de Matías regresan mañana y yo estoy por entrar a la escuela así que debo regresar.
-A mí todavía me quedan unos días en casa de mis tíos -Le dijo a Matias

Seguimos conversando y jugando, estábamos muy a gusto ahí. Se veía que Matías y la chica tenían buena química tal vez pudieran ser novios, ella era muy agradable y fresca, también era un poco infantil al igual que Matías, le gustaba beber de vasitos infantiles y se chupa el dedo igual que él.
Jugamos durante un buen rato, después jugamos un poco de billar y hockey de mesa, la chica era buena en el hockey, nos ganó a los dos casi todas las partidas.

-Matías ¿Por qué te chupas el dedo? -Pregunto la chica en un momento en el que estábamos descansando, Matías se sonrojo un poco y le respondió.
-No lo se, solo me gusta, ¿y tú? -Regresó la pregunta a la chica
-Tampoco sé, nunca me he dejado de chupar el dedo desde que era pequeña, también use chupón y biberón hasta los 8 o 9 años, me gustaban mucho, pero mis padres decidieron que ya era demasiado mayor para esas cosas. Por eso cuando fui a su casa utilicé uno de los vasitos de tu hermana, me recordaron a mi biberón. Matías y yo nos quedamos viendo, era demasiada coincidencia que una chica de la edad de Matías tuviese sus mismos gustos.

-Nunca le había contado esto a nadie, pero creo que ustedes me entienden
-Sí, te entendemos -Repuso Matías.
-Bueno creo que ya es momento de irnos, ¿Quieren ir al cine a ver si hay una película buena? -Les pregunte a los chicos.
-Seguro -Respondió la chica

Llegamos al cine y revisamos la cartelera, había una película de suspenso que decían que era muy buena, empezaba en unos minutos así que entramos, no teníamos ganas de comprar nada en la dulcería pues ya habíamos comido demasiado, pero la chica compro tres caramelos de esos que tienen forma de chupete y nos dio uno a cada uno.
Entramos y la sala estaba casi vacía, nos sentamos en la fila de casi al final, apenas estaban empezando los anuncios.
La película estaba demasiado entretenida no te podías despegar del asiento, me dieron ganas de ir al baño pero me aguante hasta el final, casi al terminar la película Matías salió rápidamente de su asiento, me dijo que iba al baño. Se fue corriendo por el pasillo, un minuto después la película termino y la chica y yo nos levantamos para salir.
Le dije a la chica que iría al baño a buscar a Matías y que ella nos esperara en la entrada, ella dijo que también iba al baño, que mejor nos viéramos ahí mismo.
Entre al baño y Matías se estaba lavando las manos, yo fui al mingitorio a orinar, cuando termine vi a Matías con una pequeña mancha enfrente del pantalón.

-Me hice pipi, me aguante mucho en la película y creo que mi cuerpo se acostumbró a hacer en el momento que me andaba porque traía pañal.
-Puede ser, ojala no te pase tato, debes ir al momento que te anda para que no te gane.
-Sí, lo hare, jeje

Salimos del baño y esperamos a que saliera la chica, después de un par de minutos salió, nos dirigimos a la salida

-Matías hueles a pipi -Le dijo la chica mientras volteaba a ver sus pantalones.

La mancha no era muy notoria pues el pantalón era oscuro pero la chica se acercó y puso su mano sobre el pantalón, Matías intento quitarse pero la chica pudo frotar su mano en la mancha y luego se la llevo a la nariz para olerla

-Si te hiciste pipi Matías -Le dijo riendo
Matías se sonrojo
-Me gano un poco por aguantarme tanto en el cine
-Jajá, no importa a todos nos ha pasado alguna vez, a la próxima ponte pañales -Le dijo la chica mientras le dio un amistoso abrazo por el cuello.

Matías sonrió y yo me estaba riendo para mí mismo, salimos y estaba lloviendo bastante, corrimos por el estacionamiento, pero aun así nos mojamos, llegamos al auto y emprendimos el regreso.
Llegamos a la casa de la chica y la dejamos, se despidió de nosotros abrazándonos muy fuerte, sería la última vez que nos viéramos en un largo tiempo. Matías y yo llegamos a casa, estábamos empapados por la lluvia, subimos y nos cambiamos de ropa, le dije que se metiera a bañar y así lo hizo.

Capítulo 10

Despertamos temprano ese día, pues sus padres llegarían en cualquier momento, durante toda la semana la madre de Matías hablaba con él por whatsapp para asegurarse que todo estuviera en orden.
Le echamos un último vistazo a la casa para ver si no habíamos dejado nada fuera de su lugar y que todas las cosas que habíamos comprado estuvieran ocultas. La bolsa en la que echamos todas las cosas de bebés no la pudimos tirar a la basura pues olvidamos sacarla, no podíamos sacarla en ese momento pues el camión recolector pasaba cada 3 días, y sus padres podían descubrirla, así que tuve que echarla a mi maleta para deshacerme de ella. Matías se quedó solo con un biberón y un chupete escondidos en su armario y con la bolsa de pañales que sobraron.
Por fin nos aseguramos de que todo estuviese en orden, la madre de Matías le dijo que llegaban en dos horas así que desayunamos y nos pusimos a ver televisión.
Después de un rato llegaron los padres de Matías, se saludaron efusivamente, me dieron las gracias por todas las molestias, les dije que no era nada, que yo estaba muy feliz de estar con él.
Sus padres estaban muy cansados por el viaje así que se fueron directo a dormir. Me dijeron que me podía ir cuando yo quisiera que me pidiera un taxi a la estación de autobús.
Me quede un rato conversando con Matías, después me pidió un taxi, en lo que esperábamos nos despedimos con un largo abrazo, quedamos en guardar nuestros secretos, le dije que podía contarle su secreto a la chica que seguramente lo entendería y hasta lo compartiría, dijo que lo intentaría poco a poco. Llego mi taxi, subí mi maleta y me fui a la estación de autobuses, en cuanto llegue tome mi boleto y espere a que saliera mi autobús.
Empezó a llover demasiado y en los reportes del clima y del tráfico decía que debido a las inundaciones de carretera mi viaje de tres horas se convertiría en un viaje de ocho a diez horas. No lo podía creer. Compre agua y algo de comer para el viaje ya que seguro me daría sed y hambre. Mi autobús salía en unos minutos me dieron ganas de hacer del baño así que entre.
Una vez adentro caí en cuenta de que me podían dar ganas de hacer del baño en el autobús, nunca me han dado confianza esos baños así que pensé que sería buena idea ponerme uno de los pañales que tenía en la maleta solo por si acaso me daban ganas de hacer pipí y así no tendría que ir al baño en el autobús.
Saque un pañal de la maleta y en lo coloque en el baño, me puse los pantalones y me asegure de que no se notara. Me lavé las manos y me subí al autobús. Eran casi las 7pm así que llegaría entre las 3 am y las 5 am a mi casa. Aborde el autobús y me mentalice para estar 10 horas dentro de ese lugar, afortunadamente el autobús no estaba lleno y era de primera clase así que el asiento era bastante cómodo.
Me senté y saqué un libro para leer de camino. Estuve leyendo un rato. Después me puse a ver un par de películas, unas horas después me dio hambre y saqué mi comida que había comprado.
Dieron las 11 de la noche y me dio sueño así que me puse a dormir.
Me desperté como a las 2:00 am con ganas de hacer pipí, recordé que traía puesto el pañal, no lo recordaba pues era muy cómodo y calientito, estaba haciendo algo de frio aunque estaba puesta la calefacción en el autobús.
Me relaje y deje salir todo el pipi, una sensación cálida invadió mi cuerpo por debajo de mis pantalones, era muy cómodo traer pañales, no había que preocuparse por ir al baño.
Me iba a volver a dormir, pero me di cuenta de que casi estaba llegando a la terminal así que me acomodé bien el pantalón para que no se notara el pañal abultado, llevaba un abrigo largo así que se podía tapar mi pantalón fácilmente.

Llegamos y baje del autobús, tome mi maleta y me dirigí a la salida en donde estaban los taxis, eran las 5:00 am. Tome un taxi y media hora después ya estaba en mi departamento. Tenía mucho sueño así que fui directamente a mi cama, me quité la ropa y el pañal. Me puse un short y me dormí en seguida, mañana vendría mi novia a visitarme y darme la bienvenida.

Me desperté con una llamada de mi novia, ya se encontraba afuera del edificio y quería que le abriera, me había quedado dormido más tarde de lo habitual pues llegué bastante tarde a casa y no me acordé de que Miriam llegaría a las 11:00 am.
Bajé a abrirle y me saludo con un efusivo beso y abrazo el cual correspondí, ella ya sabía de mi accidentado viaje de la noche anterior y me dijo que si quería podía dormir un rato más, pero yo tenía hambre y que mejor prefería desayunar. Ella se ofreció a prepararme el desayuno y me dijo que yo podía acostarme en el sillón en lo que ella preparaba el desayuno, le dije que mejor me metería a bañar pero ella me pidió que no lo hiciera.

Me acosté en el sillón y me quedé dormido un momento, me desperté por el delicioso aroma de lo que Miriam estaba cocinando, me levanté del sillón cuando me di cuenta que ya estaba sirviendo la mesa. Solo colocó un plato.

-¿No vas a comer tú? -Pregunté mientras me acomodaba en la silla.
-Yo desayuné antes de salir de mi casa -Respondió

Antes de que pudiera tomar los cubiertos ella los agarró y empezó a cortar mis hotcakes en pedazos pequeños yo la dejé hacerlo mientras me tomaba de un solo trago el jugo de naranja que ella había servido en el vaso.

-Parece que el niño tenia sed -Dijo cuando baje el vaso -Abre boquita -Me dijo levantando el tenedor en dirección a mi boca, yo sonreí e intente tomar el tenedor con mi mano para empezar a comer, pero ella rápidamente la movió.
-Abre boquita -repitió acercando de nuevo el bocado a mi rostro.

Hice caso y abrí la boca, ella hizo el juego del avioncito con el tenedor mientras me yo comía cada bocado, fue algo gracioso pero divertido. Cuando terminé todo lo del plato me limpió la boca con una servilleta. Me dijo que ahora si podía bañarme pero que antes me ayudaría a desempacar para que de una vez echara a lavar mi ropa. Fuimos a mi recamara y abrí mi maleta, empecé a echar la ropa al cesto de ropa sucia y a poner mi Tablet y cables en el escritorio, había olvidado que no nos había dado tiempo de tirar a la basura la bolsa con las cosas de Matías y que las había echado a mi maleta, cuando Miriam la sacó y reviso su contenido.

-Ah, son las cosas de Matías, las traje para que sus padres no las descubrieran. -Alcancé a decir antes de que ella pudiera decir algo.

Empezó a sacar una a una las cosas y dejarlas sobre la cama, había un chupete, dos biberones y un vasito entrenador, también estaban las cremas, toallitas húmedas y talco. Recordé que también venían mis pañales en la maleta, intenté agarrarlos antes de que ella los viera pero justo en ese momento ella tomó el paquete, lo abrió y sacó uno de los pañales.

-¿Se ven muy grandes como para Matías no? -Preguntó mientras lo observaba y estiraba

Yo me limite a subir los hombros y hacer como que no sabia de que me estaba hablando.
Terminamos de vacías la maleta y acomodar todas las cosas en la habitación, aunque las cosas de Matías y los pañales se quedaron sobre mi cama, yo no sabia que hacer con eso o en donde guardarlo.

-Listo, ahora si a bañarnos -Dijo Miriam mientras agarraba dos toallas del mueble y las llevaba al baño.

Entré y abrí la llave de la regadera, Miriam me empezó a quitar la ropa y yo la dejé hacerlo, me dejó completamente desnudo y ella se quitó la ropa también, pero quedándose con su ropa interior. Entramos a la regadera que era bastante amplia y me colocó balo el chorro de agua, después tomo un poco de shampoo y me comenzó a lavar el cabello. No era la primera vez que nos bañábamos juntos, pero si la primera en la que ella no se desnudaba por completo y que ella me bañaba. Al terminar con el cabello seguí por lavarme el cuerpo, al llegar a la zona de los genitales empezó a juguetear un poco, igual que con mis nalgas, una vez termino de lavarme con detalle salió de la regadera, me dijo que la esperara en lo que se cambiaba y ya volvía. Yo me quede bajo el chorro de agua tibia relajándome. Minutos después ella regreso completamente vestida, cerré la llave y salí de la regadera, ella me envolvió en la toalla y me llevó hasta la habitación.

Me sentó en la cama y comenzó a secarme con la toalla, primero mi cabello, cara y el resto de mi cuerpo, otra vez jugando un poco cuando llegó a los genitales y las nalgas, cuando terminó, empezó a aplicarme crema por todo el cuerpo, pero no era la crema que uso normalmente, si no el bote de crema para bebés que traje de casa de Matías. Al terminar tomó un pañal y el bote de talco, yo no hice nada para detenerla, se sentía muy bien ser tratado como un bebé, yo aun tenia algo de sueño y todo eso se sentía muy relajante, tal vez era un poco el efecto de la crema que me acababa de poner y ella se veía también muy contenta.

Me puso talco en toda la zona y metió una por una mis piernas a través del pañal, no lo hizo de la misma manera que yo le ponía el suyo a Matías pues este era tipo calzón y no de cintas como los de él, una vez estuvo bien colocado el pañal, me dio unas palmaditas en las nalgas sobre la prenda.
Guardó todo el material y me dijo que fuéramos a la sala a ver una película, me puso una playera azul celeste pero no me puso pantalones, salimos a la sala y nos sentamos en el sillón. En lo que yo ponía la película ella se levanto y fue a la cocina, al poco rato regreso con un biberón con leche caliente en una mano y un chupón en la otra, se sentó junto a mi y colocó mi cabeza sobre su pecho, me colocó la tetilla del biberón en los labios y yo comencé a chupar, era muy relajante la sensación de la leche tibia a través de los labios en pequeños chorros, una vez me termine toda la leche me dio palmadas en la espalda, se abrió la blusa y colocó uno de sus pezones dentro de mi boca, caí dormido profundamente minutos después.

– 🍼-

Scroll to Top