Chica en pañales tomando biberon recargada en una cuna

Nahomi

Chica en pañales tomando biberon recargada en una cuna
Esta historia fue publicada en mi cuenta de Wattpad en marzo del 2017. La versión que estas a punto de leer tiene correcciones gramaticales y de estilo para tener una lectura más fluida, también reescribí algunos diálogos y mejoré las acotaciones. 
N del A.

Índice


Capítulo 1

Son poco menos de las 5:00 pm, acabo de despertar de la siesta, siempre duermo la siesta después de comer, me levanto para ver si Leo aún está dormido, lo está, él duerme la siesta junto conmigo, después de la escuela pasa a mi casa a comer y a jugar, los dos tenemos que dormir desde las 3:30 pm que acabamos de comer hasta las 5:00 pm.

Ya casi es la hora, seguramente vendrá mi madre por nosotros, nos revisará y cambiará el pañal si esta mojado, (el cual es mi caso y seguro que el de Leo también pues es un meón) nos pondrá nuestra ropa, pues traemos solo el pañal ya que hace algo de calor estos meses y nos pondremos a hacer la tarea.

Leo es mi amigo desde hace tiempo, vive cerca de mi casa y ambos vamos al mismo bachillerato, acabamos de cumplir ambos los 17 años, pero nos encanta que nos traten como bebitos. Les contaré como empezó todo esto, intentaré recordarlo todo desde el principio.

Leo y yo nos conocimos cuando teníamos 11 o 12 años de edad, íbamos en el mismo salón en la secundaria. Es un chico muy simpático, aunque serio y tranquilo. Yo lo era también así que nos hicimos amigos, como cualquier amigo nos pasamos nuestros números para conversar.
Casi todo el tiempo estábamos mensajeando, hablábamos de cosas sin mucha importancia, de lo que estábamos haciendo, de la escuela, de la tarea, de lo que queríamos hacer, etc. No recuerdo muy bien cómo empezó esto, pero de repente Leo empezó a decir que era un bebé y que usaba pañales, esto obviamente no era cierto pero yo le seguía la corriente y decía que yo también usaba pañales y biberón.

Así bromeábamos todo el tiempo, acerca de que éramos bebés. Era divertido. Poco a poco me empezó a entrar curiosidad acerca de usar pañal y cosas de bebés, pensé que sería divertido hacerlo y que me trataran como una bebita. Obviamente nunca le dije esto, siempre lo tomábamos como juego, pero dentro de mí sentía muchas ganas de hacer esas cosas de verdad.

Me puse a investigar por internet y descubrí que hay mucha gente que sí lo hace, pensé que esto no era posible pues había empezado con una broma de Leo, pero veo que en realidad a mucha gente adolescentes y adultos les gusta usar pañal y ser tratados como bebés.
Mis padres tienen una farmacia que está justo debajo de donde vivimos así que puedo entrar y salir libremente de ahí a veces sin ser vista, la chica que atiende es mi amiga y es bastante despistada.

Un día decidí probar tomar leche en biberón y usar chupete, le tengo muchísima confianza a mi madre, prácticamente le cuento todo, es mi mejor amiga, así que le dije que si esa noche en vez de servirme leche en un vaso me la podía poner en un biberón, ella me miro con extrañeza cuando se lo pedí pero acepto sin darle mucha importancia. Fui a la farmacia y le dije a la chica que mi madre me había mandado por unas cosas que debía entregarle a una amiga suya. Me dijo que estaba bien que lo tomara, sin ponerme mucha atención. Tomé un biberón y un chupón, y cuando me iba, tomé también tomé un par de frascos de comida de bebé.
Los llevé dentro de la casa y me puse a hacer mi tarea, era domingo así que tenía que apurarme porque el fin de semana no había hecho nada de tarea y mañana debía entregarla.

Llegó la hora de cenar y mi madre subió a mi habitación, me preguntó acerca de lo del biberón y le dije que había tomado uno de la farmacia, se lo di y ella vio los frascos de comida de bebé, me preguntó que si quería cenar eso y le respondí que sí, me dijo que me calentaría la leche y que podía bajar en unos minutos a cenar.
Terminé lo que estaba haciendo y baje a la cocina, mi madre estaba recogiendo lo que mi padre había dejado en la mesa, el suele cenar más temprano pues su trabajo es muy de mañana y se levanta muy temprano. Me senté a la mesa y mi madre me puso enfrente un plato con dibujos de cuando era pequeña en el que había vaciado los frascos de comida para bebé, me dio el biberón con leche calientita y me miro esperando a que comiera. Le dije que si ella me podía dar en la boca la comida, como ya había terminado de recoger me dijo que estaba bien. Se sentó al lado de mí y me empezó a dar de comer, yo estaba muy feliz por eso, me había ensuciado un poco y ella me limpio con una servilleta, me empezaba a decir cosas como “ahí viene el avioncito”, “que bonita niña comiendo”, “que rico”, etc. Me hablaba como a una bebé y eso me encantaba. Cuando terminé la papilla me dijo que si me quería tomar el biberón en el sillón mientras veía la televisión, le dije que si encantada.
Nos fuimos al sillón y prendió la televisión, puso un capítulo de nuestra serie favorita que vemos todas las noches, a Leo también le gusta esa serie, me recosté sobre su regazo y me puso el biberón en la boca, comencé a tomar, era delicioso y la sensación era indescriptible, me sentía muy a gusto y relajada, no me di cuenta en qué momento me quedé dormida.

A la mañana siguiente desperté a las 5:30 am como cada lunes, recordé que la noche anterior me había quedado dormida en los brazos de mi madre mientras me daba mi biberón y veíamos televisión en la sala. Me levanté y me di cuenta que traía puesta mi pijama, seguramente mi madre me la había puesto en cuanto me subió a mi cama. Entre al baño para ducharme, me quité la pijama y la ropa interior, me duché y salí para vestirme. En lo que terminaba de ponerme el uniforme del colegio mi madre me llamo desde la cocina diciéndome que el desayuno estaba listo. Termine de vestirme y peinarme, guarde mis cosas en la mochila y baje directo a desayunar.
Mi padre acababa de irse al trabajo, normalmente mi madre desayunaba con mi padre y yo desayunaba sola, aunque siempre con mi madre haciéndome compañía. La mesa estaba servida, mi madre me había preparado fruta con yogurt y huevos revueltos. Me senté para desayunar, mi madre me puso un biberón con leche enfrente, la miré con una sonrisa, me dijo que si quería me podía ella dar el desayuno en la boquita como el día anterior, le dije que si encantada. Me empezó a dar de comer y a hablarme como bebé, me ensuciaba un poco y me limpiaba, -creo que vas a necesitar un babero- me dijo riendo- Termine de comer y de tomarme la leche del biberón. Me subí a cepillar los dientes y en ese momento sonó el timbre.

Bajé rápido, me despedí de mi madre y salí de mi casa. En la entrada me encontré con Leo. Mi madre y él se saludaron de lejos y mi amigo y yo nos fuimos a la escuela. La escuela estaba realmente cerca de nuestras casas así que íbamos caminando sin ningún inconveniente, 15 minutos después ya estábamos dentro del salón de clases.
Las clases ocurrieron con normalidad las primeras horas, los exámenes de mitad de curso iniciaban esa semana, ese día tocaba uno realmente fácil, así que no estábamos muy preocupados, aunque en la escuela eran demasiado estrictos con los exámenes, no podíamos salir durante este, si queríamos salir al baño debía ser hasta terminar o en su caso entregar el examen como estuviera. Después del receso inicio el segundo examen, yo fui al baño antes de entrar al salón porque sabía la regla de no salir y siempre me pongo nerviosa, aunque el examen no fuera tan complicado. Leo se la pasa jugando futbol en el receso así que nos vimos en la entrada del salón. No sentamos y el maestro dio las indicaciones, nos repartieron los exámenes y empezamos a contestarlos.

Leo y yo nos sentábamos hasta atrás, vi que estaba moviendo mucho los pies y las piernas, se veía nervioso, aunque no tenía sentido pues era una materia fácil, además que él siempre ha sido muy inteligente y nunca saca malas notas en los exámenes, aunque no estudie para ello. En voz baja le pregunte que le sucedía, me respondió que tenía ganas de hacer pipí, le pregunte porque no fue antes de entrar que sabía la norma, me dijo que no le dio tiempo pues se la había pasado jugando futbol, le dije que se hubiera puesto uno de sus pañales y así no tendría problema, le dio risa y me respondió que lo haría a la próxima, era algo con lo que siempre bromeábamos cuando hablábamos por mensajes. Terminó el examen y salió corriendo al baño, yo lo acabe un poco después. Como era periodo de exámenes podíamos irnos a nuestras casas una vez acabáramos el examen antes de que las clases normalmente terminaran. Salí del salón y él me estaba esperando afuera, le pregunte en broma que si no había ocurrido ningún accidente a lo que me respondió que afortunadamente no.

Fuimos caminando a mi casa, normalmente después de clases él se queda en mi casa hasta las 6:00 pm que su madre llega a su casa. Ella trabaja y casi no le pone atención por eso a mi madre le gusta que coma con nosotros y haga la tarea aquí. Como era más temprano de lo normal mi madre estaba preparando la comida. Nos pusimos a ver películas, en cuanto estuvo lista la comida mi madre nos llamó a la mesa. Comimos y después nos pusimos a estudiar para el examen dl día siguiente.
Nos dieron las 6:00 y Leo se fue a su casa. Yo me puse a navegar por internet, a leer historias y experiencias de chicos que les gusta ser tratados como bebés y usar cosas de bebés. Mi madre me preparo la cena y un biberón como la noche anterior.

Esta vez no me quede dormida en el sillón. Cuando estábamos viendo la serie mi madre me dijo que la noche anterior me había quedado dormida tomando mi biberón, que fue muy lindo así que me subió a mi cama y me puso la pijama, yo le dije que sería lindo tener una de esas pijamas de una sola pieza que usan los bebés llamadas mamelucos. Me dijo que si sería lindo y que iba a ver si podía conseguir uno de mi talla con una amiga suya que hace ropa para bebés. Le dije que sería maravilloso.
Llegó la hora de dormir y mi madre me ayudo a ponerme la pijama, nunca lo hacía pero me dijo que la noche anterior le pareció muy dulce ponérmela y que quería volverlo hacer, cuando me estaba arropando en la cama le pedí que me pusiera el chupete que había tomado de la farmacia el día anterior, encantada me lo colocó en la boca y me dio un beso en la frente. Los exámenes estuvieron difíciles, pero por fin acabaron. Era sábado en la mañana y mis sábados son realmente aburridos. Leo se la pasa con su padre todos los sábados pues su madre y su padre viven separados.

Me levanté de la cama y me puse a platicar por mensaje con Leo. Bromeaba con que se había hecho pipí en la cama y yo le decía que tenía que ponerse pañales para dormir, él decía que le daba pena con su padre y con su medio hermano que tiene 5 años y que el sí usa pañal para dormir. Eso sí era enserio.
Me puse a navegar por internet buscando cosas ABDL y mi madre me llamo para desayunar. Me dio mi biberón como era costumbre y mi comida en la boquita, me dijo que iría con su amiga que diseña ropa a recoger la pijama que le había encargado y algunas otras cosas. Me pregunto si la quería acompañar y le respondí que no pues me daba un poquito de pena que su amiga me viera pues sabía que la pijama era para mí. Me dijo que estaba bien que ella llegaría en un par de horas que le ayudara a limpiar la casa en lo que ella no estaba. Acepte y unos minutos después mi madre se fue.

Había visto esa mañana varias fotos de chicos y chicas de mi edad y un poco más grandes usando pañales para bebés, leí que los talla 7 y 8 si me podrían quedar, en la farmacia vendíamos pañales de muchas marcas y tamaños, seguro teníamos de esa talla. Fui a la farmacia y estuve platicando con la chica, le dije que mi madre mi tía me había pedido una bolsa de pañales para mi primito, me dijo que los agarrara. Fui a donde estaban todos y los empecé a ver, había unos pampers talla 8 así que tome una bolsa y un par de frascos de comida de bebés y me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta con seguro por si alguien entraba, nunca lo hacía pues no había nadie en casa más que mi madre, pero igual lo hice por precaución. Abrí la bolsa y extendí un pañal en mi cama, tenía dibujos de plaza sésamo muy lindos, se veía suficientemente grande así que sin problemas entraría en él. Me quite el short y las bragas y me coloque sobre el pañal. Me lo acomodé bien debajo de mis pompis y después me subí la parte frontal, cerré las cintas sobre mi panza y me puse de pie. Me vi frente al espejo, me veía muy tierna. Quería mi biberón que estaba en la cocina para tomármelo mientras usaba el pañal. Intenté abrir la puerta de mi habitación, pero no pude, le quité es seguro y ni así lo lograba, estaba atorada, después de mucho intentarlo recordé por qué nunca le ponía seguro a la puerta, el picaporte estaba descompuesto, si se le ponía seguro desde dentro solo abría la puerta desde afuera, hacerlo desde dentro era imposible.

Me sentí como tonta por no recordarlo. No había nadie en mi casa y la chica de la farmacia no podía oírme se le gritaba desde mi habitación y no tenía su número como para llamarle desde mi celular. Mi madre llegaría en una o dos horas así que no había mucho de qué preocuparme, no quería llamarle a mi madre para no apresurarla, sabía que le gustaba estar con su amiga y que no la veía tan seguido y que si le decía que estaba encerrada en mi habitación se regresaría enseguida.
Me resigne, tenía mi laptop en el cuarto así que no había problema en estar ahí un par de horas. Pasó una hora y me dio sed, recordé que en mi mochila estaba mi botella de agua del día anterior y estaba casi llena. Que suerte. Comí también los frascos de comida de bebé. Pasó un rato y me dieron ganas de hacer pipí, decidí aguantarme, pero las ganas eran cada vez más intensas. Traía el pañal puesto aun pero no estaba segura de usarlo, era la única opción, me aguanté lo más que pude hasta que la naturaleza gano la batalla, un tímido chorro de líquido caliente empezó a salir e inundar la parte delantera de mi pañal, sentía como iba por mis ingles y viajaba hasta mis pompis, el pañal había aguantado bien todo, no se había salido ni una sola gota, yo me sentía muy bien, la sensación calientita de la pipí en el pañal me gustaba bastante. Seguí navegando por internet hasta que de repente mi madre me llamo diciéndome que ya estaba saliendo de casa de su amiga que en una hora y media regresaba, le conté mi situación (excepto lo de los pañales), nos reímos y me dijo que no me preocupara que ella pronto llegaría.

Pasaron 20 minutos y sentí ganas de hacer popó. No podía creerlo. Me aguanté e intenté distraerme, pero las ganas se hacían más intensas. Mi madre llegaría en cualquier momento, abriría la puerta y yo podría ir al baño, pero ya no soportaba, paso una hora y deje a la naturaleza hacer lo suyo, me puse de pie y empecé a dejar salir la popó, después me puse en cuclillas para hacerlo más fácil, mi panza se estaba aliviando, yo me sentía realmente bien pues mi panza ya no me dolía. Me puse de pie otra vez y noté como mi pañal olía feo, escuche la puerta de la entrada, no sabía qué hacer, qué le diría a mi madre.
Ella empezó a subir las escaleras, yo me puse el short y escondí los pañales en el armario, pero sería evidente el olor. Unos segundos después mi madre me abrió la puerta de la habitación. Me saludo, e inmediatamente noto que algo andaba raro, Yo estaba roja de vergüenza.

-¿Huele a popó verdad?
Yo no conteste nada, ella noto mi short abultado.
-¿Traes pañal Naomi? -preguntó.
Tampoco conteste. Me jalo la parte de atrás del short descubriendo el pañal
-Creo que alguien ensucio su pañalito ¿verdad? -Me dijo con dulzura, yo solo pude bajar la cabeza.
-No te preocupes bebé ya llego mami y te va a cambiar ese pañal apestoso.
Me tomo de la mano y me acostó en la cama, me quito el short dejando en descubierto mi pañal.
-Espérame aquí, voy por algo abajo no tardo, mientras toma tu chupón. -Tomó el chupón del buro y me lo puso en la boca, yo estaba tan avergonzada que no hice nada y dejé que me lo pusiera.

Mi madre bajo las escaleras rápidamente, y yo empecé a chupar. Eso me relajo inmediatamente y ya no estaba tan preocupada, mi madre me cambiaria como a una bebé. Mi madre subió en unos pocos minutos con un paquete de toallitas húmedas y algunas cosas más. Puso un tapete plástico junto a mí y me dijo que me pusiera sobre él, que era para no manchar la cama, después desprendió las cintas del pañal dejando descubierta mi parte íntima y toda la popó que me había hecho.
Tomó una por una las toallitas y me limpio un poco, me levanto las piernas y el trasero y sacó el pañal sucio y lo puso a un lado, siguió limpiándome el culito con toallitas, una por una las ponía dentro del pañal sucio cuando las terminaba de usar. Cuando estuvo satisfecha con el trabajo tomo un tubo con crema y me lo coloco en toda el área, hizo bolita el pañal sucio y lo dejo a un lado.
Yo me sentía muy bien, estaba limpia y fresca mimada por mi madre, la veía con una sonrisa detrás de mí chupete. Mi madre volteo a todos lados como buscando algo.
-¿En dónde están los pañales?
Le señale el armario. Ella tomó la bolsa sacó uno y lo extendió bien. Me levanto las piernas y lo acomodo debajo de mis pompis, tomo un bote de talco y me roció toda el área del pañal, me bajo las piernas y me cerro las cintas sobre mi panza.
-Ya está mi bebita limpia, se ve más contenta ¿verdad?
-Si -Le conteste sonriendo
-¿Qué le parece si le preparo una lechita?
-Si genial -respondí sonriendo
-Ahora vengo no te muevas de aquí. -Acomodo las cosas que uso para cambiarme en el buro junto a la bolsa de pañales, tomo el pañal sucio y se lo llevo.

Me quede acostada en mi cama pensando en lo que había sucedido, estaba muy contenta de traer un pañal limpio, le quería contar a Leo, pero no sabía cómo lo tomaría, tal vez de buena manera pues el siempre bromea con eso y tal vez en el fondo le gustaría ser tratado como un bebé.
Pensé en la mejor forma de contarle a Leo esto de los pañales que mi madre me estaba tratando como una bebé. Se me ocurrió que podía mandarle algún link de un blog ABDL y decirle que me lo encontré si querer navegando por ahí, y esperar su reacción. Le mande un mensaje para conversar de nada y después mandarle el link. Nos pusimos a platicar y le mande el link del blog.

N: Lee esto y dime qué opinas.
L: Wow es interesante, nunca creí que hubiera gente que hace esto, lo nuestro solo es una broma.
N: Sí, pero sería interesante ¿no crees?
L: ¿Qué? ¿Usar pañales como bebés?
N: sip
L: pues si tal vez, pero me daría mucha pena
N: eso si
L: pues tu hazlo y dime que tal, a ver si me animo
N: jajá bueno veré si me animo yo también

En ese momento llego mi madre con un biberón en la mano y una gran bolsa en la otra, había olvidado que había ido con su amiga por mis pijamas de bebé.
-Mira bebé, todas las pijamas que hizo mi amiga para ti -Me dijo mientras las sacaba una a una de la bolsa y las extendía sobre la cama.
Eran de varios colores y dibujos, había unas rosas, blancas, y lilas, con diseños de niña, también había unas azules y verdes más oscuras con diseños de dinosaurios y naves espaciales como para niño.
-Están muy lindas todas, pero, ¿Porque hay unas de niño? -Pregunté.

-Pues es que ella tenía telas de muchos diseños de todos los trabajos que ha hecho, y como le gustaron tanto pues me hizo de todo, pero si quieres esas no las usamos.
-Ok
-Bueno pues acuéstate que te pongo tu ropita de bebé, ¿Cuál quieres usar hoy?
Le señale una color rosa con muchas ovejas blancas. La tomo y bajo el cierre de enfrente y desabrocho los botones que tenía entre las piernas, yo no sabía para que eran esos broches, también tenía unos broches en la parte de atrás en la parte de las pompis.
-¿Para qué son todos esos broches mami? -Pregunté con curiosidad
-Para poder revisarte y cambiarte el pañal sin tener que quitarte toda la pijama
-¿Pero cómo sabían que usaría pañales? – Pregunte sonrojada
-No sabíamos, pero mi amiga tomó el diseño original de un mameluco para bebés y solo lo hizo de tu talla, respetando todos los broches para que se viera más tierno, y bueno, ¿resulto muy útil no?
-Sipi
Terminó de ponerme la pijama y tomó todas las demás, las dobló y las empezó a meter a mis cajones de ropa en lo que yo me tomaba mi biberón en mi cama. Después de que guardo todas las pijamas abrió mis cajones en donde guardaba mi ropa interior empezó a sacarla y a ponerla sobre mi cama.

-¿Qué haces mami? ¿Por qué sacas mi ropa interior?
-Porque ya no necesitaras tus braguitas de niña grande, para eso tienes tus pañalitos. -Me respondió en lo que sacaba todos los pañales de la bolsa y los acomodaba dentro de mis cajones en donde antes estaban mis braguitas.
-Pero los necesito para ir a la escuela -Contesté.
-Ya veremos eso -Me dijo mientras terminaba de acomodar todas las cosas.
-Bueno que te parce si vamos a comer a algún lado y luego de compras al supermercado ¿qué te parece?
-Genial, ¿pero saldré así?
-No, esa es tu pijama, déjame buscarte algo para que te vistas.

Empezó a buscar en mi ropero y sacó una blusa rosa y una falda del mismo color, tomo las calcetas más infantiles que encontró y también mis converse rosas. Me quitó la pijama y me puso la ropa que había sacado, me termine mi biberón y me dijo que me subiera al auto que ella iba en seguida.
Ya en el auto nos dirigimos al supermercado, ahí hay muchos restaurantes así que nos detuvimos en uno, comimos y después nos dirigimos a comprar. Tomamos un carrito y empezó a echar cosas de limpieza y comida después de un rato nos dirigimos al área de bebés.
Me dejo escoger biberones, vasitos entrenadores y chupetes, escogí muchos con diseños rosas y purpuras que son mis colores favoritos, aunque también tome algunos con diseños de niño, también varios platitos y cubiertos, baberos y artículos de baño como champú y jabones.
Después fuimos al área de niñas y escogí muchas blusas con diseños infantiles de las tallas más grandes que había pues eran diseños para niñas pequeñas, también un par de playeras para niño con diseños de dinosaurios que supuse que le podían gustar a Leo, mi madre no me dijo nada al respecto.
Por último fuimos al área de pañales y mi madre le pidió a la encargada que le dieran una caja completa de pañales pampers talla 8. Pagamos todo y nos dirigimos al auto a echar las cosas.
En el camino de regreso me anduvo mucho de la pipí, no le dije nada a mi madre pues sabía que me diría que me hiciera en mi pañal, trate de aguantar pero mejor lo deje salir todo en mi pañal. Me sentía muy bien y calientita. Llegamos a casa y acomodamos las cosas de la cocina y la limpieza, después subimos el resto de cosas a mi habitación. Sacamos casi toda mi ropa para poner toda la nueva que habíamos comprado, después de acomodar todo volví a hacer pipí y mi pañal ya estaba bastante abultado, me molestaba un poco así que me lo empecé a agarrar y mi madre lo notó.

-¿Te hiciste pipí Naomi?
-si -respondí llevando mis manitas a mi pañal.
-Bueno acuéstate y te cambio.
Me acosté en la cama mientras mi madre sacaba un pañal y las toallitas con el talco del cajón, me quitó la falda dejándome solo con el pañal y la blusa, me despego las cintas y me bajo la parte de enfrente.
-Listo mi bebé, terminamos de arreglar esto y luego te doy un baño.

Capítulo 2

Acabamos de acomodar la ropa y mi madre saco todo lo que ya no usaría en una bolsa.
Llegó mi padre y yo me puse un pantalón para bajar a saludarlo pues solo traía puesto el pañal, mi madre le dio de cenar y ahí nos comentó que tendría que hacer otro viaje de trabajo, lo hacía regularmente, un par de veces al año se tenía que ir al extranjero por un par de meses.
Lo abrace y le dije que lo extrañaría, cuando termino de cenar se fue a su oficina y mi madre me dijo que subiera y pusiera la bañera que ella me alcanzaría para bañarme. Yo ya estaba dentro de la tina jugando con unos patitos de hule que había comprado en el supermercado, mi madre llego y me baño con mucho amor y mis nuevos champús y jabones de bebé. Al terminar me secó con una toalla de princesas Disney y me llevo cargando envuelta en la toalla a mi habitación.
Me sentó en mi cama y me secó completamente, después me puso cremita en todo mi cuerpo y me cepillo mi cabello. Yo estaba muy feliz chupando mi chupete mientras ella me cepillaba como cuando era pequeña, después saco uno de los mamelucos del armario y un pañal nuevo.
Me recostó en la cama, me alzo las piernas, puso un pañal extendido debajo de mis pompitas y después mucho talco, olía delicioso. Cerró el pañal en mi pancita y después tomó el mameluco. Primero me metió las piernas y luego los brazos, cerro los broches de la espalda y me dio un beso en la frente.

-Listo ya quedo mi bebita, ¿quieres ir abajo a ver la televisión?
-Si! -Le dije quitándome el chupete de la boca.
Bajamos a la sala para ver nuestra serie, mi padre estaba en su habitación preparando su maleta para el viaje y respondiendo correos y haciendo llamadas, así que no me preocupaba que me viera, no es que fuera muy estricto, en realidad era muy comprensivo y amoroso, pero si me daría mucha pena que me viera así pues para el yo ya era una señorita madura.
A la mañana siguiente me levanté con el pañal mojado pues en la noche me anduvo de la pipí y me hice en mi pañal, es muy cómodo dormir con pañal, pues no hay que levantarse al baño además que hace frio en la noche.
Mi madre entro a mi habitación y me dijo que el desayuno estaba listo que después de eso acompañaríamos a mi padre al aeropuerto, y como era un vuelo internacional había que estar 5 horas antes. Me daba pena bajar con el mameluco, intenté quitármelo, pero los broches estaban en la espalda y no los alcanzaba, entonces me puse una playera y un pants encima y mis pantuflas.
Cuando baje la mesa ya estaba servida, salude a mi padre y nos pusimos a desayunar, estaba un poco triste porque no lo vería en un par de meses, pero sabía que era por el trabajo y que a él le gustaba mucho el suyo. Después de desayunar mí padre fue a su oficina a arreglar las últimas cosas, yo subí a cambiarme para salir al aeropuerto, mi madre subió conmigo.

-Acuéstate para que te cambie el pañal -Me dijo mientras tomaba un pañal limpio del cajón.
-Si mami -respondí acostándome en la cama
Me quito la ropa y el mameluco, después me desprendió las cintas del pañal y lo hizo bolita, me limpio con toallitas y me puso un pañal limpio con mucho talquito.
Sacó mi ropa del armario, una playera con dibujos de un gatito y una falda rosa, también unas calcetas de winnie pooh. Me vistió y las dos bajamos a ayudarle a mi padre a meter sus cosas al auto, después nos dirigimos al aeropuerto.
Llegamos al aeropuerto y mi padre documento su equipaje, después nos fuimos a comer y a esperar el tiempo de la salida. Yo me la pasé hablando por mensajes con Leo, le conté que me había puesto un pañal en la noche y que se sentía muy bien y que también había usado un biberón. No le conté todo pues me daba un poco de pena, tampoco le dije que mi mamá sabia y que ella me trataba como a una bebé.
Me dijo que a él también le gustaría usar pañal y biberón pero que si los compraba su madre lo descubriría y no quería arriesgarse. Le dije que el lunes podía ir a mi casa y ahí usarlos, le pareció buena idea y nos pusimos a hablar de eso.
Llegó el momento y mi padre abordo el avión, nos despedimos todos y mi mamá y yo nos fuimos al auto de regreso a casa.

-¿Mami voy a usar pañal en la escuela también? -Pregunté con algo de preocupación
-No sé, si tú quieres -Respondió tranquila.
-Si quiero, porque en los exámenes no nos dejan salir al baño y sería más práctico, pero, ¿Cómo me los cambiaría?
-Hay unos que se suben como calzoncito pero también tienen cintas, son más fáciles de cambiarse y podrías hacerlo en el baño.
-Estaría genial.
-Pues vamos al supermercado por ellos.
Tome mi chupón y me quede dormida en el camino pues era un poco largo y aburrido, además que había demasiado tránsito. Desperté en el estacionamiento del centro comercial con el ruido de mi madre metiendo bolsas en la cajuela del auto.

-Buenos días dormilona, ya terminé de hacer las compras, no te quise despertar.
-Está bien, ¿compraste los pañales?
-Sí, en la casa te los muestro
Estábamos de camino y había tránsito para llegar a la casa me dieron ganas de hacer popó y le pregunté a mi mamá que, si me podía hacer en el pañal, me dijo que no tenia que pedirle permiso, que para eso son los pañales. Deje salir todo, se sintió muy bien poder hacer popis en cualquier lugar sin tener que levantarse al baño.
Llegamos a casa y bajamos las compras, mi mamá subió por las cosas para cambiarme, yo encendí la televisión para ver nuestra serie. Cuando llego me quito la ropa y después el pañal, me limpio bien con toallitas toda mi colita, me puso cremita y talco y luego un pañal nuevo. También me puso un mameluco de conejitos.

-¿Quieres tu biberón mientras vemos la tele?
-Si por favor

Fue a la cocina en lo que yo ponía el capítulo en el que nos quedamos. Nos sentamos juntas mientras ella me daba el biberón, me lo termine y ella me puso mi chupón, después de dos capítulos yo me quede dormida. Desperté en mi cama con el pañal mojado, no recordaba haberme hecho pipí, pero aun así no le di importancia, llame a mi mamá para que me cambiara y después me puse a terminar la tarea que tenía que entregar para el lunes. Al terminar me puse a platicar con Leo, quedamos que el vendría a mi casa como siempre y aquí se pondría un pañal y tomaría en biberón, parecía muy emocionado con la idea.
Después de terminar la tarea mi madre me dijo que la cena estaba lista, baje y al lado de mi plato estaba un babero con dibujos de jirafas y un vasito entrenador de minnie mouse. Mi madre me puso el babero y me dió de cenar en la boquita.
Terminé de tomarme la leche del vasito entrenador y mi madre me dijo que fuéramos a mi habitación ya que me enseñaría los pañales que llevaría a la escuela. Fuimos a la habitación y ella me reviso el pañal mientras subíamos el cual estaba un poco mojado.

-¿Quieres que te cambie ahorita o te esperas a la hora del baño?
-Después de bañarme si quieres -Respondí.
Subimos y sacó de mi cajón los pañales nuevos, eran de princesas Disney, parecían calzones normales pero los laterales se podían abrir como pañales.

-Estos te los podrás cambiar más fácil en la escuela, o si quieres ir al baño como niña grande te los bajas y listo, te pondré uno de recambio en la mochila por si tienes que cambiarte. Después se fue a preparar la tina mientras yo preparaba mi mochila para mañana.
Una vez que estaba caliente el agua mi madre me quito el mameluco y el pañal mojado, me baño y me puso aceite de bebés en todo mi cuerpo, luego un pañalito limpio y talco. También una pijama de patitos.
-Oye mami, ¿Crees que mañana que venga Leo le puedas poner pañales como a mí?
-Pues si él quiere si -Respondió mientras terminaba de abotonar los broches de las piernas de mi pijama.
-Si quiere -Respondí emocionada.
-Entonces si
-¿También le puedes preparar un vasito entrenador en la comida y ponerle platito con dibujos?
-Claro que si, tendré a dos bebés en esta casa, también puedo ponerle uno de los mamelucos de niño que tenemos aquí si le gustan.
-Seguro que si le gustaran.
-Pues entonces así será.


Me arropo en la cama y apago la luz, yo me quede dormida con mi chupete en la boca.
A la mañana siguiente me desperté con el pañal muy mojado, mi madre subió y me lo cambio por un calzoncito entrenador de princesas, me puso mi uniforme mientras yo la veía detrás de mí chupete. Bajamos a desayunar y ya estaba listo mi plato junto con un biberón de leche y un vasito entrenador con jugo de manzana.
Me terminé todo y me despedí de mi madre, salí de casa, en el camino me encontré a Leo.

Nos saludamos y le conté que traía un calzoncito entrenador, él me dijo que le daba mucha envidia, que le encantaría llevar pañal a la escuela para no sufrir en las clases con los maestros que no te dejan salir al baño nunca, y más en los exámenes. Le dije que podía usar pañales en mi casa todo el tiempo que quisiera pues mi madre estaba de acuerdo y ella se los podría poner igual que a mí, le conté todo lo que paso durante el fin de semana y el aún estaba un poco incrédulo, pero algo emocionado también. Llegamos al salón como de costumbre y comenzamos las clases sin novedad, yo estaba un poco nerviosa por si alguien llegaba a notar que traía un pañal debajo del uniforme escolar, era muy poco probable pues el pañal no era muy abultado y la falda podía taparlo perfectamente.

Llegó la hora del receso, sabía que justo después seguían los exámenes como la semana pasada y el resto de la semana, Leo como siempre se fue a jugar futbol y le recordé que antes de que tocaran el timbre fuera al baño para que no le anduviera durante el examen y pudiera concentrarse mejor. Me fui con mis amigas a comer y estuvimos hablando de los exámenes tan difíciles que estábamos haciendo y de que aún faltaba mucho para terminar el curso, pasaron los 30 minutos de receso y tocaron la campana, estábamos cerca del salón en donde darían el examen, se me paso el tiempo tan rápido que no pude ir al baño y la profesora que nos iba a aplicar el examen ya estaba dentro del salón esperándonos, entre rápido esperando que a Leo no se le hiciera tarde por estar jugando como siempre, me senté en mi banca y unos segundos antes de que la profesora cerrara la puerta Leo entro corriendo directo a su banca.


Nos repartieron los exámenes, tocaba matemáticas, una de las más difíciles para mí, tomé mi examen y me puse a contestar, primero las preguntas fáciles, que no eran muchas por desgracia, después empecé con lo más complicado, teníamos que hacer muchas operaciones muy largas, y aunque teníamos tiempo suficiente yo estaba muy nerviosa.

De pronto sucedió lo inevitable, me dieron ganas de orinar. No estaba segura de hacerme en mi pañal pues podía salirse un poco y todos se darían cuenta así que traté de aguantar lo más que pude y seguir con mi examen. Pasaron los minutos y no me podía concentrar bien en nada, de repente escucho que una chica le pide permiso a la maestra para salir al baño. Sabía que las reglas decían que ningún alumno puede salir al baño en tiempo de exámenes, pero esa maestra tenía fama de ser mi amable y permisiva, así que le dio permiso a la chica de salir. Me sentí aliviada porque yo también podía pedirle permiso y salir al baño, así que me levante y le pregunte que, si también podía salir al baño, me dijo que si pero que esperara a que mi compañera regresara y que después de ella otro chico le había pedido permiso, que solo podíamos salir de uno en uno o le llamarían la atención, así que tendría que esperar un poco antes de salir. Le di las gracias y regresé a mi lugar.
Continúe con mi examen esperando que mi compañera regresara y que después fuera el otro niño y también regresara para por fin poder salir yo al baño. Pasaron los minutos y ya llevaba bastante avanzado mi examen, la niña ya había regresado del baño y el chico ya había salido pero aún no regresaba, las ganas se estaban haciendo cada vez más insoportables, en ese momento el chico entra por la puerta y la maestra me hace una seña de que ya puedo ir al baño, me levanto y rápidamente me dirijo hacia afuera, aunque tratando de no ser demasiado obvia, camino por el pasillo y llego al baño de niñas pero había un trapeador atravesado, el conserje estaba limpiándolo. No lo pensé mucho y subí las escaleras hasta el baño del tercer piso, subí y subí y de repente me di cuenta de que no podía más, mi vejiga estaba perdiendo la batalla y empecé a dejarlo salir todo, me quede paralizada en medio de las escaleras.

Sentía como la pipí estaba llenando mi pañal, tenía miedo de que no aguantara y se me escurriera, después de unos segundos que parecieron minutos terminó de salir toda la pis. Seguí subiendo las escaleras para meterme al baño y revisarme con más calma para cerciorarme de que no me hubiera mojado el uniforme. Entre al baño y estaba completamente vacío pues la mayoría de la escuela estaba en exámenes y no se podía salir al baño. Me levanté la falda y vi que el calzoncito entrenador estaba bastante abultado y pesado, pero por suerte nada se había escapado. Me sentí muy aliviada.

Me revise en el espejo para ver si no se notaba mi pañal ahora que estaba demasiado abultado y me di cuenta que no, quería cambiármelo pero el pañal de recambio estaba en la mochila y ni loca me iban a dejar salir al baño con la mochila, y si lo sacaba en el salón todos lo verían y me moriría de vergüenza.

Regrese al salón a terminar de contestar mi examen, cuando llegue Leo ya estaba afuera pues termino rápido su examen como siempre, me pregunto qué porque había salido al baño si traía puesto el pañal, le respondí que me dio miedo hacerme en el calzoncito entrenador, pues podría escurrirse y todos lo notarían, me dijo que lo entendía, le dije que me había ganado de camino al baño porque el del pasillo estaba cerrado y no llegue al de la planta alta, se rio un poco y dijo que estaba bien, que para eso era el pañal, así que entre al salón y él dijo que me esperaría en el patio para salir los dos juntos. Termine de contestar mi examen y lo entregue, tome mi mochila y salí al patio a buscar a Leo.

Lo encontré y nos dirigimos a mi casa, me dijo que estaba un poco nervioso de que mi madre le pusiera pañal, pues lo iba a ver desnudo, le dije que no se pusiera así, que ella era muy buena, se tranquilizó y dijo que estaba bien. Llegamos a mi casa y mi madre estaba preparando la comida, nos saludó y me pregunto qué tal me había ido con el pañal, le dije que me había ganado y que no tuve oportunidad de cambiármelo, me dijo que estaba bien que ella me lo cambiaria, le pregunto a Leo si él también quería un pañal, a lo que Leo muy sonrojado le dijo que sí.

Nos dijo que la siguiéramos a mi habitación, entramos y allí había un cambiador grande muy lindo, con dibujos infantiles, tenía varias repisas llenas de pañales, unos cajones con aceites, cremas y talco, también había una cuna grande en donde se antes estaba mi cama. Le pregunte a mi madre que eran todas estas cosas nuevas y me dijo que las había pedido el fin de semana por internet y esta mañana llegaron a instalarlas. Leo no lo podía creer pero se le veía bastante feliz.
Me dijo que me subiera al cambiador, en donde me quitó la falda del uniforme, dejando expuesto mi muy mojado pañal, Leo sonrió un poco al verme así, mi madre me acostó y desprendió los laterales del pañal, me bajo la parte de enfrente y me alzo las piernas para quitarme el pañal mojado, lo hizo bolita y lo hecho al bote que estaba a un lado del cambiador. Después tomo unas toallitas y me limpio bien mi colita, agarro un pañal y lo extendió debajo de mí, después me hecho crema y talco en toda la zona, me bajo las piernas y me cerro el pañal.

Después fue al armario por un mameluco de patitos y me lo puso, me baje del cambiador y me dirigí a la cuna mi madre le pregunto a Leo si quería que ella le pusiera el pañal o prefería ponérselo el mismo. El respondió en voz baja que ella se lo pusiera, mi madre le sonrió y le empezó a quitar la ropa, cuando lo tuvo desnudo completamente le levanto las piernas y con mucha ternura le empezó a limpiar su colita y su cosita, después le puso talco y un pañal limpio. Fue al armario y saco un mameluco azul marino con dibujos de dinosaurios de los que le dio su amiga. Leo lo vio y sonrió, mi madre le puso el mameluco con mucha ternura mientras le hablaba como a un bebé y después le puso un chupete en la boca. Cuando termino lo bajo del cambiador y nos dijo que la comida estaba lista, bajamos todos juntos para comer.
Mi madre nos sirvió la comida en platos con dibujos de animalitos, también nos sirvió agua en unos vasitos entrenadores. Comimos todo mientras conversábamos acerca de la escuela como siempre, los exámenes ya estaban acabando por suerte, así que estábamos más relajados, mi madre nos preguntó por la tarea que teníamos como siempre, teníamos algo de tarea así que nos dijo que la haríamos después de la siesta. Leo pregunto que cual siesta y ella le respondió que de ahora en adelante debíamos tomar una siesta de una hora después de comer como lo hacen los bebés, Leo estaba un poco confundido y le dijo que a él no le daría sueño y no podría dormir la siesta. Mi madre le sonrió y le dijo que eso ya lo veríamos.

Terminamos de comer y mi madre nos mandó arriba y ella nos alcanzaría en unos minutos. Leo me dijo que él no quería dormir la siesta, que no tenía sueño, yo le dije que a mi si me gustaba dormir la siesta que as me sentía más como una bebé. Mi madre subió con dos biberones de leche tibia y nos los dio a cada uno. Yo me acosté en la cuna mientras tomaba mi biberón, mi madre se sentó en el sillón que está en mi cuarto y le extendió los brazos a Leo que sostenía su biberón en la boca en señal de que fuera con ella, Leo se acercó y ella lo recostó en su regazo, tomo el biberón y se lo dio mientras le acariciaba la cabeza, en menos de 10 minutos y antes de acabarse la leche del biberón, Leo estaba profundamente dormido.

Mi madre lo cargo y lo acostó junto a mí en la cuna, yo dormí en seguida de acabarme mi biberón. Una hora y media después me desperté y volteé a ver a Leo que seguía dormidito. Mi madre entro a la habitación unos minutos después y Leo se estaba desperezando. Mi madre le puso el chupete a Leo en la boca y a mí me sacó de la cuna y me revisó el pañal desabrochando los botones que tenía el mameluco en la parte de atrás, mi pañal estaba seco así que me volvió a abrochar y me dijo que tomara mi mochila y bajara a hacer la tarea, después saco a Leo de la cuna y le reviso el pañal.

-Vaya creo que este nene necesita un cambio, ese pañal esta todo empapado -Dijo mi madre mientras revisaba el pañal de Leo.
Le desabrocho el pijama y le quito el pañal mojado, lo limpio con toallitas y le untó crema anti rozaduras en sus pompis, luego le puso un pañal limpio y le volvió a poner el pijama. Bajamos los dos a hacer la tarea a la sala.
Estábamos empezando a hacer la tarea y mi madre nos dio nuestros vasos entrenadores, Leo bebió el suyo completo pues tenía mucha sed, después de un rato de hacer la tarea Leo me dijo que tenía ganas de hacer popó, le dije que hiciera en su pañal pero a él le daba mucha vergüenza.
Seguimos haciendo la tarea y de repente empezó a oler a popó, sabía que Leo ya se había hecho así que le hable a mi madre.
-¡Mami! ¡Leo se hizo popis! -Le grite porque ella estaba en su recamara en el piso de arriba.
-Suban para que los cambie bebés -Respondió desde arriba.

Rojo como tomate, Leo subió detrás de mí, llegamos a mi habitación y allí mi madre nos estaba esperando. Yo había mojado mi pañal así que nos cambió a los dos muy tiernamente, me volvió a poner el pijama pero a Leo se la quitó, le puso su playera nada más y lo dejo únicamente con su pañal en la parte de abajo. Leo le pregunto porque no le ponía el pijama y ella le dijo que así sería más fácil cambiarle el pañal porque era un meón. Yo me reí mucho y Leo también, seguimos haciendo la tarea y cuando terminamos nos pusimos a ver la tele. Dio la hora en la que Leo tenía que irse a su casa, así que mi madre le puso su ropa normal. Nos despedimos y él se fue a su casa.
En la noche Leo me dijo que le encanto se bebé por ese día y que le encantaría usar calzoncito entrenador como yo en la escuela, pero con dibujos de spiderman. Le dije a mi madre si le podía comprar unos calzoncitos entrenadores de niño a Leo y me dijo que ya se había adelantado y me enseño una caja con calzoncito entrenador para niño guardada junto a los míos de princesas en mi armario. Le dije a Leo que podía venir a mi casa un poco más temprano antes de la escuela para que mi madre le pusiera un calzoncito entrenador. Él estaba encantado. A la mañana siguiente Leo llego y mi madre le quito su calzoncillo y él puso su calzoncito entrenador, le dio uno para que guardara en su mochila y nos fuimos así a la escuela.

Llegamos a la escuela y entramos a clases normalmente, Leo suele ir varias veces al baño durante clases, esta vez solo fue una vez, y solo yo sabía porque. Así pasaron las semanas, Leo iba a mi casa y mi madre nos trataba como bebitos, le compro a Leo ropa infantil y se la ponía cuando estaba en la casa, a veces salíamos de paseo fuera de la ciudad y nos poníamos nuestros pañales y ropita de bebés.

Eso duro unos meses hasta que acabo el año escolar y Leo y su madre se mudaron a otra ciudad. Yo me entristecí mucho pues era mi mejor amigo. Desde ese día ya no quise ser más bebé y me deshice de todas mis cosas infantiles, remodelé mi cuarto y empecé a ser una adolescente común y corriente.

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