Chico sentado en una silla para bebés, usando pañal y tomando biberón

El trato

Los padres de Santiago tenían una cena esa así que su madre llamo a Susana, su hermana, para que cuidara de sus hijos esa noche. Santiago de 12 años y Samuel de 2 años.

-Santiago quiero que te portes bien con tu tía Susana esta noche de acuerdo?

– Mamáaa… no quiero que venga la tía Susana, ella me trata siempre como bebé y ya tengo 12 años. -Respondió con reproche.

– Lo hace porque te quiere mucho.

– Yo también la quiero, pero a veces me molesta que me trate así.

– Pues te aguantas, tu padre y yo tenemos que salir esta noche y no te puedo dejar solo con tu hermanito.

-Está bien -Respondió resignado

La madre de Santiago terminó de arreglarse y su padre estaba hablando por teléfono, en ese momento sonó el timbre de la casa.

-Santiago ve a abrir debe ser tu tía -Le dijo desde su habitación.

Santiago fue corriendo a la puerta y abrió

-Hola pequeñín como estas -Le dijo Susana mientras lo cargaba y le daba besos.

-Bien ¿y tú?

-Muy bien también, que niño tan educado -Le dijo mientras lo levantaba del suelo.

Susana llevó cargando hasta dentro de la casa a Santiago pues él era algo pequeño y ligero para su edad y ella alta y robusta.

Se acercó al corralito en donde estaba Samuel jugando, bajo a Santiago y fue a cargar al bebé

-Hola lindura, ¿a que juegas? -Pregunto al infante quien le sonreía

Samuel intentaba hablar, pero las palabras no estaban del todo bien articuladas.

La madre salió de su habitación y recibió a su hermana, ambas se dirigieron a la entrada pues se les hacia tarde.

-Lo bañas y lo acuestas por favor, revísale el pañal y cámbialo de inmediato para que no se roce.

– A Samuel o a Santiago? -Pregunto Susana en broma.

-A ambos -Le respondió la madre riendo y siguiéndole el juego.

-Bueno, diviértanse, yo me quedo cuidando a los nenes, no se preocupen.

Los padres de Santiago se despidieron de sus dos hijos, y se fueron enseguida.

Susana se puso a jugar con el pequeño Samuel mientras Santiago veía televisión, después lo baño y lo acostó en su cuna, aún era temprano así que bajo con Samuel a prepararle la cena.

-Ya está dormido un bebé vamos con el otro. -Le dijo a Santiago mientras le hacía cosquillas en la panza.

-Te preparare la cena, ¿quieres leche?

-Si por favor -Respondió educadamente Santiago.

Susana fue a la cocina a reparar la cena, después de un rato llamo al niño a la mesa, él se acercó y había un plato servido en la mesa con una taza de té, Santiago se sentó frente a el.

– Disculpa, te dije que quería leche no té

-Ese no es tu plato bobito -Le dijo Susana mientras quitaba el seguro de la sillita alta de Samuel.

-No me voy a sentar ahí.

-Ándale bebito siéntate y te daré un chocolate enorme. -Dijo mientras le enseñaba  una enorme barra de chocolate que tenía en el bolso.

A Santiago le encantaban los chocolates y total, solo era una simple silla más alta.

-Está bien.

Se subió a la sillita y Susana puso el seguro, le puso su platito enfrente y un biberón con leche.

Santiago se comió todo y se bebió la leche pese a estar en un biberón entendiendo que era parte del trato, incluso le pidió más.

– Listó termine ayúdame a bajar de aquí.

-Aun no acabas, se te olvida tu chocolate -Le dijo y le puso la barra en sus manos. -Espera que te pondré un babero para que no te ensucies todo.

Santiago se comió el chocolate sin importarle tener que usar un babero, que la verdad le sirvió mucho pues se manchó mucho la boca y un poco el babero.

-Listo mi nene ahora a darte un buen baño. -Susana lo saco de la sillita y lo metió al corralito que estaba en la sala.

-Espérame aquí mientras te preparo la tina.

-No me baño en tina, me baño en regadera -Respondió Santiago chupándose los dedos que aún tenían rastros de chocolate.

-Pues hoy te bañaras en tina y espérame aquí y si eres niño bueno y me obedeces en todo lo que te diga te daré ese teléfono que tanto quieres para navidad.

Santiago lo pensó un poco, valía la pena el trato. Susana quería tratarlo como su bebé, y él quería ese teléfono, así que sería su bebé esa noche.

La tía subió a la bañera mientras el niño se quedó en el corralito jugando con los juguetes de Samuel, le dieron ganas de hacer pipí, estuvo a punto de salirse del corralito para ir al baño, pero recordó que Susana quería que fuera un bebé, así que decidió que sería un bebé y se hizo pipi en sus pantalones mojándose la ropa y dejando un charco en el suelo.

Al poco rato Susana bajo por Santiago y se dio cuenta que el pantalón del niño estaba todo mojado y que había un pequeño charco debajo de el, pero a Santiago parecía no importarle pues seguía jugando.

-¿Qué paso bebé, te ganó?

Santiago no le respondió solo hizo un gesto con la boca y levantó los hombros.

-No importa, te voy a bañar y a cambiar esos calzones cochinos.

Susana lo desvistió completamente y lo metió a la bañera, le lavó su cabello y le talló todo el cuerpo, después lo saco envuelto en una toalla y lo llevo hasta su cama. Ahí le puso crema en todo el cuerpo y le cepillo su cabello, sacó el pijama de su ropero y lo puso sobre la cama.

-Espérame aquí -dijo mientras salía de la habitación.

Regresó unos momentos después con pañales, talco y toallitas de la recamara de Samuel. Te pondré pañal para que no tengas más accidentes. Santiago solo se dejó llevar, Susana le puso talco y un lindo pañal.

-Hace mucho calor, estarás solo con pañal, ¿de acuerdo?

– Está bien -Dijo mientras con las manos sentía la suavidad de su nueva ropa interior. Empezaba a disfrutar eso de ser un bebé.

Susana lo metió al corralito y se puso a jugar con él, le revisaba su pañal constantemente, de repente a Santi le dieron ganas de hacer popo y si pensarlo dos veces se hizo en su pañal. A Susana le llegó el olor.

-Uy, tenemos un bebé cochino aquí

-Santiago solo se rio

Susana lo sacó del corralito y lo llevo al cambiador que estaba en el cuarto de Samuel. Le desprendió las cintas del pañal y le bajo la parte frontal, le alzo las piernas y le saco el pañal sucio. Tomó toallitas y le limpio muy bien sus pompis, después le unto crema anti rozaduras por toda el área y le puso su pañal limpio

-Listo bebé, limpio y fresco.

Hizo bolita el pañal sucio y lo tiro al bote de basura. Cargó a Santiago hasta su cama y lo arropo. Le dio un biberón calientito y en unos minutos ya estaba bien dormido.

– 🍼-

Este cuento fue publicado originalmente en mi cuenta de Wattpad en Agosto del 2017.
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