Actualización #6

En noviembre no subí actualización mensual, básicamente porque el mes anterior realmente no hubo mucho trabajo en el blog y tampoco en mi vida ABDL. Octubre pasó sin pena ni gloria en cuanto a la creación literaria, de imágenes o cualquier cosa relacionada a esto, ni siquiera he publicado en Instagram en varias semanas y esto solo es por negligente la verdad pues tengo bastantes imágenes hechas y algunos microrrelatos ya preparados..

En el mes de noviembre que acaba de terminar, que sería el mes del que tendría que estar hablando en esta entrada, tampoco ha pasado nada relativo a los pañales, sin embargo si ha pasado algo respecto a mi vida, que si bien no se relaciona directamente con el ABDL creo que sí será un parteaguas en mi relación con este pasatiempo.

Trataré de no entrar en muchos detalles. Desde hace unos cinco años que empecé a vivir solo, a independizarme como se le conoce en algunos lugares, para cualquier ABDL o TBDL que aún vive en casa de sus padres o con algún familiar o roomies, esto suena como al sueño, poder vivir solo y usar pañales y biberones a tus anchas todo el tiempo, sin que nadie te moleste o te descubra, sin embargo, como ya lo hemos abordado en alguna otra entrada, esto realmente no suele ser del todo cierto.

En mi caso yo no salí de mi casa, más bien el resto de la familia salió y me dejaron ahí. No es como que me hayan abandonado, simplemente que el plan de cambiar de ciudad ya existía y poco a poco se fue dando, yo decidí quedarme en esa ciudad porque estaba estudiando y trabajando, en una organización, haciendo carrera, capacitándome y subiendo poco a poco, el cambiar de ciudad me iba a suponer empezar de cero y volver a empezar esta escalerita de cargos y responsabilidades, cuando me decían mis padres o hermano que ya me fuera con ellos a la otra ciudad mi respuesta era “déjame seguir ganando experiencia y capacitación, para cuando me mude tener algo que ofrecer allá”, creo que cuando decía esto realmente no tenía la intención de mudarme, el vivir solo me estaba gustando y más por el hecho de poder usar pañales y demás cuando yo quisiera.

Pasaron un par de años y mi hermano regresó a vivir conmigo, y aunque ya no tenía tanta libertad como antes, realmente no cambió mucho, pues pese a vivir solo, como ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, el trabajo y las demás responsabilidades de atender una casa absorben bastante de nuestro tiempo, además que el hacerlo yo solo sin poder compartirlo con nadie mas se me estaba haciendo bastante aburrido.

Después de más de un año de vivir con mi hermano, por fin llegó el momento, y como ya tenía casi un año que había dejado mi trabajo de oficina, mi hermano me convenció y el 31 de diciembre del 2023 me fui con él a otra ciudad.

Llegamos a la casa de mis padres que tienen allí, de nuevo ya no había la libertad de usar pañales y chupetes, y ahí es cuando aparecen más las ganas, cuando lo tenía accesible lo hacía muy poco y ahora que ya no tenía tanta posibilidad se me antojaba más que nunca. Como siempre, lo prohibido es más atractivo.

Pasaron los meses y yo había conseguido un trabajo por un periodo corto, que terminó justo en octubre, pero justo por esas mismas fechas, la frase que yo usaba de excusa para no mudarse, se volvió canon y la oferta de trabajo que estaba esperando llegó sin buscarla, me volví a mudar, ahora a la capital del estado y así llevo dos semanas en un nuevo departamento completamente independiente.

Como les había contado que ya había estado viviendo independiente unos tres o cuatro años, en la casa donde viví toda mi vida cuando el resto de mi familia se mudó a otra ciudad, y aunque vivía solo y mis padres iban muy pocas veces, aun no me sentía del todo seguro con mis cosas ABDL. Todos en la familia tenían llaves de esa casa y realmente podrían aparecer a cualquier hora sin avisar, no era demasiado probable que lo hicieran ya que estaban a un par de horas de  distancia y siempre que iban solían avisarme, pero había el riesgo, por eso mis cosas siempre estaban bien guardadas y nunca a la vista, por cualquier cosa. No recuerdo si llegó a suceder más veces, pero recuerdo perfectamente una ocasión en la que mi padre me avisó que al día siguiente iría a la casa porque tenia que hacer unos trámites o algo así, yo no me encontraba en casa, de hecho iba a estar fuera un par de días en casa de unos amigos,  yo soy muy precavido y siempre tenía bien guardadas todas mis cosas y esa no era la excepción, sin embargo, había dejado algunos pañales usados en el bote de basura de mi recámara o el del baño, no recuerdo bien, pero la cosa es que estaba ahí, a la vista de todos, yo no podía regresar ya a la casa, así que le invente a mi padre que esos días estaría con una chica en la casa y que si por favor podía ir otro día. Para mi sorpresa no hizo más preguntas y me dijo que no había problema, que iría la siguiente semana. Por poco.

Por esas situaciones, cuando vivía solo siempre estaba en guardia, había la posibilidad de alguna visita inesperada o con muy poca antelación y sumado al trabajo y a las labores en casa, por eso no disfrutaba tanto del ABDL como cualquiera pensaría.

Ahora la situación es algo diferente. Vivo solo, en la misma ciudad que mis padres pero en otro municipio que queda a unos cuarenta y cinco minutos de distancia en auto, donde nadie más tiene llaves de mi departamento, donde no recibiré visitas inesperadas (eso espero) y donde básicamente ningún vecino me conoce a mi o a mi familia. Bueno casi.

También mencioné que, aunque vivía solo, realmente le estaba perdiendo un poco el encanto a eso de ser bebé, pues básicamente solía hacerlo solo, tengo algunos amigos ABDL pero todos son por internet y viven en otras ciudades (o países) y mis amigos “normales” no conocen esta parte de mi vida, bueno, no todos.

Desde hace meses o incluso más, a una amiga a la que conozco desde hace algunos años empecé a contarle un poco acerca del tema. No de ABDL como tal, pero sí de estos gustos de usar pañales y cosas de bebé, ella es una persona muy abierta de mente y no le pareció malo o extraño, al principio no es como que estuviera entusiasmada con la idea, pero poco a poco empezó a participar de ello.

Algunas veces fue a mi casa en donde teniamos sexo casual, y ahi yo usaba pañales enfrente de ella, biberones y chupones, ella realmente no participaba de eso pero tampoco me decia nada. Poco a poco fue aceptandolo un poco más, hasta la última vez que nos vimos hace unos meses en donde me cambió los pañales un par de veces, me dio de comer en la boca y me leyó un cuento para dormir. Si quieren saber un poco más de esa experiencia se los conté en esta entrada.

Desde ese momento le cuento libremente de las cosas de bebé, si compro un nuevo vasito, chupete o cualquier cosa le mando foto y ella me dice cosas lindas, ya también le da curiosidad. Hace unos días le dije que extrañaba las cosas que había dejado en mi otra casa (pañales, chupetes, biberones, mameluco, etc) , ella me dijo que podíamos vernos un fin de semana allá (ella es de la misma ciudad donde yo vivía antes) y en su camioneta traernos mis cosas a mi nuevo departamento y “jugar” el fin de semana con mis cosas. Lo que significa, ser tratado como bebé por ella durante dos días. Estoy en la gloria.

Ambos pedimos permisos en nuestros trabajos para faltar y aparentemente todo va bien, aunque con esa mujer puede suceder cualquier cosa, no me emociono de más porque hay un 50-50 de posibilidades que se cancele, pero cincuenta es mejor que cero definitivamente. Además, durante estos días hemos estado hablando un poco sobre las cosas que haremos estos días y así, y es igual de emocionante planearlo y platicarlo que ejecutarlo.

Al llegar a este nuevo municipio no estuve solo, una amiga con la que había trabajado en mi ciudad anterior está viviendo aquí por trabajo desde hace más de un año, casualmente su departamento queda a unos minutos caminando de mi nueva oficina por lo que alegremente me dio hospedaje en su casa los primeros días en lo que yo encontraba un lugar para rentar.

El departamento de al lado del de ella estaba libre, la casera era bastante meticulosa con las personas a las que les rentaba y ya había rechazado a varios posibles arrendatarios, más que nada, decía, porque al ser el último piso, estaba mi amiga solita y no quería que estuviera de vecina con cualquier persona, realmente entiendo ese pesar, pues la situación actual del país no está como para no extremar precauciones de cualquier tipo.

Le comentamos mi interés por el departamento, por la ubicación más que nada, se me hizo un poco caro el precio pero realmente en esta ciudad las rentas ya están algo caras, además que el departamento está amueblado e incluye los servicios básicos (internet, agua y gas) yo solo tendría que pagar extra la luz.

Al final me quede con el departamento pero eso no es lo que quería contarles, a lo que quiero llegar es que esa amiga y básicamente única vecina que tengo también sabe sobre mis gustos de bebé, se lo he estado comentando poco a poco, solo sabe que me gustan los vasitos infantiles y los chupones, incluso ya los ha visto, me dice que soy un bebé y que me pongo talco después de bañarme, aun no estoy seguro hasta que punto involucrarla o decirle más, pero esto se dará poco a poquito.

Espero en enero poder contarles lo que pase en diciembre, este fin de semana me traeré mis pañalitos y demás cositas, así que todo puede suceder.


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1 comentario en “Actualización #6”

  1. Pingback: Experiencias pañaleras | Capítulo 10: De como mi vecina me atrapó en pañales – Tommy Sheppard

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